Hablar de Héroes también ayuda ser mejor, aun cuando no lo seas
El religioso e historiador Francisco López de Gómara (1511-1566) en su
obra “Historia General de las Indias y Vida de Hernán Cortes” nos
muestre el discurso que Hernán Cortes dirigió a sus hombres antes de
partir hacia la inmortalidad. Unos pocos españoles, pobres y arruinados
en busca de una nueva vida y de la honra escucharon al extremeño antes
de embarcarse el 10 de febrero de 1519 (18 según Gómara) desde Cuba
hacia el Yucatán.
"Es cierto, amigos y compañeros míos, que
todo hombre de bien y animoso quiere y procura igualarse por propias
obras con los excelentes varones de su tiempo y hasta de los pasados.
Así es que yo acometo una grande y hermosa hazaña, que será después muy
famosa; pues me da el corazón que tenemos que ganar grandes y ricas
tierras, muchas gentes nunca vistas, y mayores reinos que los de
nuestros reyes. Y cierto, más se extiende el deseo de gloria, que
alcanza la vida mortal; al cual apenas basta el mundo todo, cuanto menos
uno ni pocos reinos. He aparejado naves, armas, caballos y demás
pertrechos de guerra; y además de esto, muchas vituallas y todo lo que
suele ser necesario y provechoso en las conquistas. Grandes gastos he
hecho yo, en los que tengo puesta mi hacienda y la de mis amigos. Pero
me parece que cuanto menos tengo de ella, lo he acrecentado en honra. Se
han de dejar las cosas pequeñas cuando se ofrecen las grandes. Mucho
mayor provecho, según en Dios espero, vendrá a nuestro Rey y nación de
esta nuestra armada que de todas las de los otros. Callo cuán agradable
será a Dios nuestro Señor, por cuyo amor he puesto de muy buena gana el
trabajo y el dinero. Dejaré aparte el peligro de vida y honra que he
pasado haciendo esta flota, para que no creáis que pretendo de ella
tanto la ganancia cuanto el honor; que los buenos quieren mejor honra
que riqueza. Comenzamos guerra justa y buena y de gran fama. Dios
poderoso, en cuyo nombre y fe se hace, nos dará victoria; y el tiempo
traerá el fin que de continuo sigue a todo lo que se hace y guía con
razón y consejo. Por tanto, otra forma, otro discurso, otra maña hemos
de tener que Córdoba y Grijalva; de la cual no quiero discutir por la
estrechez del tiempo, que nos hace apresurar. Empero, allí haremos así
como viéremos; y aquí yo os propongo grandes premios, mas envueltos en
grandes trabajos. Pero la virtud no quiere ociosidad; por tanto, si
quisiereis llevar la esperanza por virtud o la virtud por esperanza, y
si no me dejáis, como no dejaré yo a vosotros ni a la ocasión, yo os
haré en muy breve espacio de tiempo los más ricos hombres de cuantos
jamás acá pasaron, ni cuantos en estas partidas siguieron la guerra.
Pocos sois, ya lo veo; mas tales de ánimo, que ningún esfuerzo ni fuerza
de indios podrá ofenderos; que experiencia tenemos de cómo siempre Dios
ha favorecido en estas tierras a la nación española; y nunca le faltó
ni faltará virtud y esfuerzo. Así que id contentos y alegres, y haced
igual el suceso que el comienzo.”