Sostenido de una cuerda delgada,
pero dura como mi indiferencia
a divagar entre el bien o el mal
me aburro a sentirme siempre
se, lo sabes y es inevitable que te quiera,
preguntas absurdamente porque lo hago,
no se porque lo hago,
solo se que así pasa,
no me equivoco,
al igual que se que tu no me quieres
que solo soy una vela en el camino
pronto desaparecerá y seré anda,
lo sabes lo se es mejor callar
para que cuando llegue el día
en donde tu partida sea inevitable
mis reemplazo este presente
yo me marche
adonde pertenezco a mi olvido bendito
a mis culpas sagradas
a mi soledad pecadora
a mi mismo el que compra con agonía compañía
Ayer en la fac se me olvidó agradecerte personalmente el link. No sé cuando te vere de nuevo, así que lo hago de una vez: gracias, gracias.
ResponderBorrarA propósito de soledades y agonías: cuando una persona se va, siempre llega alguien nuevo. Lo difícil es acostumbrarse al cambio, ¿no? ¡diablos, sí!