Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
martes, febrero 17, 2009
oscar: Y ya sabía yo que usted fue, es y será, eternamente, un mal nacido Mauricio; no me enorgullezco de eso
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