También los poetas mueren,
a de morir la carne y sus ojos,
cerrados permanecerán en ataúdes de oro brillante como el sol
su corazón enorme lleno de arte no latirá
y las manos que fueron la expresión
jamás volverán a saludar
mueren los poetas
muere su cuerpo
pero nunca morirá su poesía
su pasión desde lo más dentro de ellos
que su alma y su encanto nos pertenezca
como nos pertenece el sentimiento de leerte poeta,
también moriré contigo un poquito hoy
para mañana al leerte viviremos juntos.
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