Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
martes, agosto 18, 2009
El frenillo que va debajo de la lengua sirve para que uno no se la trague y se ahogue con ella.
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