Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
viernes, enero 01, 2010
El lamento es el enemigo. No hay tiempo para lamentarse. No hay espacio para eso. El lamento se convierte en resignación, en perdón. El lamento perdona lo que no puede ser perdonado. Nunca
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