Al sospechar que yo probablemente
caería a sus pies,
ella los escondió con destreza
bajo los pliegues de su falda,
oculta una pícara sonrisa
y no levantará la mirada.
Eludiendo darme una respuesta,
charla con su amiga. Si displicente
resulta tan sensual,
imaginatela en encendida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario