El miedo se abrió lentamente, como una flor oscura,
penetró tus raíces,
abrió sus alas dentro de ti como un pájaro taciturno;
más tarde, se encerró en tu mariposa interior
y abrigó sus huevos opacos sobre el sueño retardado de la oruga,
sus crías apátridas se alimentan de las torpes marionetas que fabrican tus pasos.
Te recuerdo encanto;
No existe, no existe sólo es un falso fantasma cubierto con la sábana de los años.
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