martes, noviembre 28, 2017

Hubo un tiempo/ en el que aún no nos conocíamos./ Tú caminabas entonces/ por las mismas calles que yo/ sin verme/ o me veías pero no me mirabas/ y yo te veía o te miraba… Eso escribió Alberto Hernández, justas palabras en esta lirica, en este juego desbocado por los sentimientos. ¿será? yo creo que es verdad que destino o alguna entidad mayor no nos permite el encuentro... una visita, un momento, una mirada, un trago, una copa de vino o un cigarro, ¿habrá mas deseos de ello? La vida es caprichosa y largo son sus ramas, estamos entre los senderos y caminos se bifurcan, y es todo tan asombroso, pero en su mismo efecto caótico, que por fortuna la vida esta aquí sin dejar de sorprendernos, como yo me sorprendo con cada charla, con la música y las lecturas que en momento hemos compartido...

Es curioso, ¿la vida de todo hombre es como lo dijo San Agustín?; condenados a vivir días predestinados... ¿o debemos hacer lo que los héroes; luchar y  enfrentarnos a esa predestinación y derrotarla dejándonos golpear  por el destino? nunca creí en las coincidencias solo en lo inevitable... sigo pasando hojas en mi mente intentado responder si es que  algo no nos deja realizar un encuentro. Podrá ser este caprichoso destino, algún envidioso dios antiguo o moderno, o si solo es así como tiene que ser, incluso la simpleza de los eventos que se desencadenan como un vendaval no nos deja coincidir o tal vez es que las reglas están puestas y no las sé y ¿lo que funciona aquí con nosotros es el azar y la coincidencia?. Tanto que hablar sobre ello, pero  lo mejor es intentar seguir creando momentos... ya existirá, un encuentro, hasta ese momento, guardare algún abrazo, tres besos y mucho cariño, hasta luego Musa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario