miércoles, octubre 19, 2005

Chantal Maillard
"Escribir"
(fragmento)
porque el héroe se hace con el miedo
sobre todo su miedo
a partir de su miedo
se hace héroe el héroe
ahuecando el miedo
y llenándolo de acción
para entumecerlo
haciendo tiempo en lo hermoso
haciendo tiempo en lo vivo.

Yo no soy ningún héroe
yo sólo escribo
para colmar la distancia
entre mi miedo y yo



Basta de tantas mentiras,
cuentos malsanos y leyendas frustradas,
tengo que decirte la verdad, ya lo sabes,
es solo cuestión de recapacitar, cerrar los ojos y darte cuenta,
que aquí no ha nacido ningún caballero, héroe de superstición,
nada,
solo un hombre encarnado tan mortal como tu,
con piel que le arde cuando se quema,
con una mente perversa,
tan lejos de la realidad que le convence que no se encuentra aquí y si allá,
donde el puede ser el héroe de los cuentos que ha escrito
evocando a los clásicos franceses dueños de las plumas medievales,
a los viejos griegos señores de los olimpos,
a los barrocos tan muertos como yo...

No soy mas que todo lo que tu quieras que sea,
si así lo deseas,
lo seré desterrando mis miedo a las islas brumosas
encerradas en los océanos helados,
y ya no creeré en la luna,
ni las estrellas,
tendré tus ojos, mas cercanos y tangibles,
ya sin miedo de irrealidad te diré son hermoso,
ya sin ganas de soñar te diré:
aquí donde estoy yo todo es oscuro,
pero puede ser bastante agradable...

Toca mi espalda
siente que no nacen en ella alas emplumadas,
ni extensiones de piel oscurecida como los murciélagos,
tan sólo una capa de piel tan lisa como mi carné lo permita,
despierto de 7 a 9 todos los días,
después del alba desayunando miedo,
para hacerme fuerte con mi café,
siendo un filtro que me regresa a la realidad,
ahora lo sabes, soy tan hombre como cualquiera,
la diferencia es que mi espada es una pluma
que en ocasiones contiene tinta roja,
una extraña metáfora de lo que puede ser mi vida abandonada en el papel...

Si lo has entendido bien,
ahora es el turno de mostrarte mi casa encantada,
rodeada de cedros enormes donde duermen los unicornios
en ese bosque misterioso, y si escuchases risas indiscretas,
son las brujas que viven arriba en el techo jugando con diablillos,
no pretendo mostrare algo que no conozca,
solo, lo que se,
y te regalaría tantas estrellas como fuera posible desterrar de mi jardín,
pero los duendes las cuidan con ahínco,
ninguna noche seria normal, o sencilla
a veces vienen fantasmas y tratan de arrebatarme la cordura,
pero de estar tu aseguraría no lo harían mas,
ahora tendría algo que proteger,
seria un héroe, un caballero, un ángel,
vestido de prendas negras como la noche como mis ojos
abismos paralelos de un renacimiento,
de un instante místico y fantástico
que no puedo permitir que se desvanezca en el olvido,
porque pese a todo es mi vida,
lo que hace sentir bien a mi alma herida de tanto luchar...
y dime tu que piensas,
princesa Feerica,
¿te convence?
oh es solo ¿que necesitas un caballero de Verdad?