Algunos obituarios son historias de amor.
Mientras otros cuentos de dolor.
Otros inspiran poetas.
Algunos deprimen a los frágiles.
Son susurros afilados, son tan intensos que duelen y tan bellos que emocionan, susurran, hablan y recitan lamentos.
lunes, junio 26, 2006
Soy la obscuridad la amargura el que destruye lo amado del que se esconden los moribundos el que no quiere a nadie el que nadie quiere el fracasado el que ha visto caer la civilizacion el que no puede morir el condenado a la soledad el loco de Dios.