El sueño entrañable que de pequeño escribía en los muros del castillo
tenía tu rostro y sabía a tus besos
cautivaste mis sentidos antes de que existiera mi idea del universo,
fuiste antes y después
como la diosa Libitina en la puerta del coliseo
purgaste fantasmas y encerraste a los demonios
hechicera, te decían
pero ¿qué es lo demoniaco?
todo demonio fue ángel y todo ángel es dios,
puedo encender veladoras y colocar en medio del fuego fotografías tuyas
para invocarte en mi soledad
aunque se no responderás,
puedo calmar mi tristeza
con la fe que le tengo a tu recuerdo curando el tiempo,
entregando la luz a una sombra dormida
en la tierra de los muertos.