Vuelvo del dentista, con la boca sangrante, media cara adolorida y la promesa de volver aun martirio bucal en dos semanas, siempre es tan aliciente visitar a los médicos sea de cualquier tipo, para lo único que me sirven es para decirme que moriré, y lo mejor es que no dicen morirás pronto, y no importa, esa muerte agónica acusa de mi enfermedad me tiene sin cuidado, se que lo merezco, estoy cansado, harto, dolido, y sobre todo triste, y de paso me duele la boca, detesto estar enfermo, porque me harta sentirme mal yo no debería enfermarme, no merezco eso porque no tengo quien me cuide, pero bueno, la vida es así, hoy creo comenzare a usar esto como dios manda o sea a contar lo que me sucede después de todo es un diario, y asumo que los lectores que tenga, si es que tengo, comprenderán que ya no ahí mejor camino ni solución que una catarsis escrita, para que mis complejos y culpas sean de alguna forma expulsados, a demás es solo igual que para burlarme de mi, y mostrarme que mi desgracia no es desgracia sino culpa, solo eso culpa, mi odontólogo me ah dicho que va bien, que los dolores y fiebres son normales, que siga haciendo mis enjuagues bucales con agua caliente y sal, que me tome un nuevo antibiótico, que en realidad es una de esas medicinas favoritas mis pastillitas rojas, las vitaminas y analgésicos son geniales, siempre me levantan el animo, si soy adicto a los analgésicos, siempre sustentan al extraer algo del dolor, pero yo se es una farsa absurda un juego de engaños al tratar de auto justificarme, es que bueno, me gusta inventarme que me quiero. Todo es relativo lo se, yo soy el único que puede interceder por mi, y ya que no me interesa por el momento nada, soy un apático, me duele la boca detesto eso, tengo hambre.