sábado, marzo 17, 2007

Propongo escribirle a la tristeza,

que como fiel compañera regresa,

no se vuelve más que una estafeta,

que por mis manos se queda hasta que fallezca.

Amarga tristeza olvida mi voz,

regresa indiscreta no hables de amor,

no eres mi maestra pero aprendo del dolor,

ahora bebe mi sangre y muere por favor

Hoy no queda casi nadie,

todo cambia con rumbo a otro color,

entre árboles con el sabor amargo

de una noche oscura y sin amor,

entre ruidos y silencios fríos sin un poco de candor,

solo la voz apagada entre el aullido del muerto me hace

entierrar lo que a veces llamo una alucinación.

La espera es larga, pero divino el amor

sin embargo la sombra de la tristeza

le habla al portador de la emoción...

“ no te enamores tonto”, solo te toca vivir dolor,

apiádate también de mí y aprende

que soy la única compañera para tu desesperación”.

Esta tristeza llevo en las manos,

y en el borde de mi boca

a color carmesí,

la ingrata me espera alerta,

y jamás me abandona esta siempre astuta maestra...

Sabbhat & Amenirvi