sábado, julio 01, 2017

Dejando tan solo un cuerpo demacrado, casi inanimado
Estigmatizado con sus propias ideas grabadas sobre su piel
Esperando tan solo que las palabras escritas sobre aquellas paginas
No sean olvidadas, no sean abandonadas
Pues a cambio de ellas su alma vendió
Toda su cordura se perdió
Mi Musa Triste
Vagos preludios. En la noche espléndida
Su voz de perlas una fuente calla,
Cuelgan las brisas sus celestes pifanos
En el follaje. Las cabezas pardas
De los búhos acechan.
Las flores se abren más, como asombradas.
Los cisnes de marfil tienden los cuellos
En las lagunas pálidas.
Selene mira del azul. Las frondas
Tiemblan... y todo! hasta el silencio, calla...

Es que ella pasa con su boca triste
Y el gran misterio de sus ojos de ámbar,
A través de la noche, hacia el olvido,
Como una estrella fugitiva y blanca.
Como una destronada reina exótica
De bellos gestos y palabras raras.
Horizontes violados sus ojeras
Dentro sus ojos–dos estrellas de ámbar–
Se abren cansados y húmedos y tristes
Como llagas de luz que quejaran.
Es un dolor que vive y que no espera,
Es una aurora gris que se levanta
Del gran lecho de sombras de la noche,
Cansada ya, sin esplendor, sin ansias
Y sus canciones son como hadas tristes
Alhajadas de lágrimas...
Delmira Agustini
Si te encontrara con el pensamiento creeme que nunca estaria en tierra,
pero solamente,
te tengo nada,
aunque esto ya no lo quiera,
ya no se si es cariño
ya no se si es amor
para mi solo eres un gusto
una mas de mis ganas que tengo que saciar
un deseo incumplido
un sueño sin terminar
no se si sea amor
cariño o desconsuelo
pero como te extraño.
Y todas las noches es lo mismo de nuevo. El banquete de la noche va a comenzar, somos malditos….patéticos. Las almas parpadeantes. Pero escenificar nuestro dolor es una parte del todo. Y cuando todas las luces se desvanecen, no dejando más que un efímero resplandor. Después, tras muchísimos años, es hora de que nos vayamos.
mis conjuros sonaran como campanas en el velo de las noches
llamando
a los espíritus que cargaran
mi muerte dotada de las mil magias
para
encontrarte en cada momento de mi resurrección