viernes, junio 16, 2017

Si no fueran nuestros sueños pesadillas.
Y todos los deseos utopías,
Volvería en un acto total de rebeldía.
Y ahora que rodamos por el suelo,
Voy sintiendo que volvemos al comienzo.
y si tú supieras lo que yo daría por tu amor,
con esa cara que me miras medio rara que no dice nada.
Veo en tu mirada algún indicio de arrepentimiento, lo siento.
Leo en tu sonrisa la novela del aburrimiento, lo siento.
Noto en tus palabras que tú ya no bebes los vientos, lo siento.
Aún me acuerdo de la mañana en que pusimos fin a nuestra guerra y me dio un don tan grande: su amor y su anillo. ¡Que Dios me conceda tan larga vida que pueda tener mis manos bajo su manto!
Evidentemente, seguiré siendo considerado una abominación de la naturaleza hasta el día que decida comulgar con la idea de tener hijos y que mi esencia se vea doblegada al hecho de ser un entusiasta de algún equipo de fútbol. Sin embargo, visto y considerando mi poca esencia altruista y mi pulsión hacia la misantropía, y mi capacidad de aburrimiento, la cual se vería subyugada frente al monótono espectáculo de perseguir un balón, hasta ese entonces seguiré siendo un desterrado del título de Homo sapiens. Celebro ese destino!
Vengo cantando a la muerte
serenata pidiendo un beso de verdad
para que la noche no me sea lenta y sea un tornado mágico y fugaz
te espero sentado en mi tumba
frente a las flores de mi funeral
mi niña triste ahijada de dios
para encontrarnos siempre a perpetuidad…
En la mesa estaban servidas las viandas; pan con miel, leche y vino, quesos y jamnones, carne de jabalí, y de venado, frutas y semillas, aves servidas en salsas, también tantos tarros con cerveza estaban listos, que no se podían contar, la fiesta de el fuego nuevo estaba iniciando, las brujas y los brujos bailaban, cantaban e invocaban a la vieja Diosa, y el banquete estaba servido a los muertos y a los vivos por igual, se podía oler en toda la comarca. Era esta la noche en que la oscuridad amenaza con ser eterna, el regreso de Sol invicto era esperado con la fogata de fuego que habría de iluminar nuestro año.
Miro a través de la ventana el cielo gris
y en mi mente tan sólo recuerdos en blanco y negro.
Siempre la misma gente indiferente,
salgo a la calle cegado con los ojos llorosos.
Entro en el bar pido una cerveza intento olvidar,
te veo en un rincón llorando no vas a marchar.
No por eso no quiero que tu te vayas de aquí.
No por eso no quiero que tu te vayas de aquí.
Cuando el hombre comenzó a ser hombre, cuando despertó en la vida y dejo de ser la nada, estaba allí a su lado La Muerte, como un enigma indescifrable. Ningún otro ser siente esa incertidumbre, nadie mas despertó en su conciencia la mortalidad, ni sufre ni agoniza la vida, como el hombre, nadie Tiene la experiencia de muerte con tanta intensidad.
Cuando la muerte dejo de ser un misterio y se convirtió en un problema, dejamos de pensarla y reflexionar sobre la esencia de la muerte, poco a poco, la muerte se convirtió en un espectáculo y un común, espectáculo visual para el entretenimiento del mas ocioso y morboso espectador.
Pero la muerte está aquí pesa como una Cruz de Hierro, que nos recuerda lo que somos, tal vez, sea necesario volver a pensar la esencia de la muerte, pues en cierta medida quien piensa en la muerte piensa en la vida y el que ignora la muerte ignora la vida, así como diría Octavio Paz; “como no amar a la muerte si amo la vida”.