jueves, enero 11, 2018

Escribo la palabra Naufragio,
con la punta del lápiz voy tocando un silencio que se hunde:
aquí todo aguanta la respiración,
la presencia de la muerte liberadora
como coronamiento necesario del amor,
¿Qué hay que conocer?
¿Qué hay que dar?
somos los abandonados de Dios
delante de mí no se extiende ninguna senda del Diablo
ni suena en mis oídos ninguna campana del infierno.
permaneced junto a mí,
hermosas estrellas
-rogué-,
no permitáis que trate de descifrar esta fusión de luz y sonido,
haced que me rinda a él
de forma plena e incondicional,
que cada naufragio también sea salvación.
todo este odio guardado... por fin dará frutos, gracias por darme los instrumentos para realizar tu ejecución, conozco tus miedos, tus dolores, tus fallas, esos secretos que te calan el alma y el pensamiento, y nada mejor que un día especial para joderte de verdad, así podrás decir todas esas cosas malas que has dicho de mi, tendrás los motivos para irte, para alejarte y expulsarme de tu vida, yo no te falle tu traicionaste mi amistad y la traición se paga con la muerte