miércoles, junio 22, 2016

Hace años, cuando la vida era prospera y tenia cable en casa, encendí el televisor y pasaba una película en la cual unos enamorados, se intercambiaban cartas(postales) y se contaban todo, me intrigo la escena que vi donde, están leyendo la carta y ella decía que la palabra "-bien- es una palabra "sucia" porque; es una palabra que se usa para salir rápido de algo, por ejemplo si te preguntan como estas uno contesta bien y de esa forma sales rápido de esa pregunta que muchas veces es de compromiso porque poca gente se preocupa enserio de como se este, o simplemente no quieres en ese momento decir cómo te sientes y es cuando sacas el -bien-"creo que en esa película(no recuerdo nada mas nunca me entere como se llama, pero creo que hablan muy exacto de como a veces usamos esa palabra, es curioso te recordó ese poema de Bonifaz, porque hay que tener dicha de todo el caos(raro no?) que se agita al redor, porque a si estamos mas vivos, me parece esa quietud del bien, también significa que estoy tan inamovible que da igual estar vivo o estar muerto, envuelto en una apatía, y aquí es cuando debo dejar de divagar...

Ella Busca





      Mi trabajo en el Ciber es, por general, muy aburrido. Mi turno es el de la noche y a veces simplemente me duermo esperando que llegue gente o de estar ahi nada mas. Me canso de estar aburrido. No tengo la costumbre de escuchar música, y acostumbro leer.


      Hacían ya tantas horas que estaba despierto, que tal vez todo fuese un sueño, producto de mi fructífera imaginación. Pero creo que fue real, y de tal forma lo cuento. Todo lo que cuento fue tan real como las palabras que escribo.
     
      Debían ser las cuatro de la mañana, mi compañero de trabajo y algunos amigos, quienes se respetan y se confían secretos, estábamos todos jugando y gritando, discutiendo tonterías y pasándola bien.

      Cuando la fiesta, si así quieren llamarla, apenas terminaba, los amigos confidentes se retiraron a contarse sus secretos y sus miedos, el empleado se retiro a cumplir sus obligaciones y me quede solo. Ni música, ni entretenimientos, el simple silencio de la noche. Pocas personas deambulando y menos prestando atención.
     
      De repente la pereza y modorra que te aprisiona a esas horas se borro por completo. Tan lucido estaba como pocas veces estuve.

      Una mujer entro por la puerta, como un cliente cualquiera. La mire, no debía tener mas de 40, seguro entre los 35. Pero no podría afirmarlo.

      La mujer de largos cabellos negros, me miro con interés y observo en todos los sentidos antes de hablarme, miro hacia la escalera que da al primer piso y miro hacia afuera a ver si pasaba gente. Algo dentro de mi me aviso, que algo andaba mal, porque la verdad uno puede encontrar cualquier treta para preparar un robo, no se puede confiar ni en las mujeres ni en los niños. Le pregunte si necesitaba una maquina, solo me miro y dijo.
     
      "¿Estas solo?"

      No fue mucho como una pregunta sino como una afirmación, pero le dije que no, que estaban los empleados, y sabia que cerca estaban los amigos confidentes así que en realidad no temí.
     
      Mirándome con profundos ojos negros, me dijo

      "Tengo una fantasía sexual"

      Dijo y la mire, su cuerpo era flaco, parecía no haber comido en mucho tiempo, y parecía tener hambre, deseo, necesidad. La frase me sorprendió mucho, no creo que uno escuche eso a la segunda palabra que sale de la boca de alguien que acaba de conocer,

      "¿Quieres compartirla conmigo?"

      Pregunto enseguida. Por primera vez caí, y note todas las extrañezas, la flacura, el hambre, el deseo. Note que pedía y reclamaba, todo a la ves. Pude aprovecharlo, era una gran oportunidad, gratuita y de entrega. Pero no dijo cual era su fantasía, y algo dentro mió me aviso que si me dejaba llevar todo iría mal, muy mal.
     
      "No"

      Respondí sintiéndome un idiota, quien desprecia un regalo, que se entrega en tus manos y se ofrece sin pedir nada a cambio. Me miro con ojos asombrados, incrédula de mi rechazo.
     
      "Estas seguro"

      Pregunto, por supuesto que no estaba seguro. Pero algo me decia que no era lo correcto. No estaba bien.

      "Si"

      Fue toda mi respuesta. Molesta e irritada me miro por un instante, pero no la había invitado a mi así que no se acercó para nada.

      "¿Habrá alguien aquí, con el interés de compartirla?"

      Para entonces sabia que algo estaba muy mal. Me dio miedo que estuviera loca o que fuera algo para querer robarnos.

      "No, gracias"

      Dije ya un poco molesto. El rostro de la mujer, si es que eso era, se contrajo con pena, en un susurro dijo

      "No hay nadie capaz de compartir nada conmigo..."

      Y se alejo a las sombras de la noche, nuevamente la observe y note que no era fea pero tampoco hermosa pero que tenia hambre, estaba flaca y cansada. Tenia un hambre terrible aun no se de que.

      Los amigos confidentes volvieron para despedirse y les conté la historia, entre risas dijeron que reconocieron a la dama, hablando sola con el viento. Uno de ellos, quien dice ver cosas que otros no ven me dijo...

      "Reconozco a esa, siempre ronda esta calle, sobre todo a estas horas. Se que es un vampiro y consume a los desprevenidos, a estado por aquí desde que recuerdo."

      No he vuelto a verla, aun.
«El momento más solitario en la vida de alguien es cuando está viendo como su mundo se desmorona, y lo único que puede hacer es mirar fijamente.»
(El gran Gatsby, F. Scott Fitzgerald)
Un insecto vive dentro de mi cabeza, siento como se mueve, muerde, pica y me controla...
Tengo sed de poesía,
hambre de caricias,
ganas de ti…
Tengo antojo de tus labios,
apetito de tus besos,
deseo de ti…

Quiero beberte,
tomarte,
extasiarme de ti…
Mi piel te llama
y mi cama te espera,
y yo…
yo tengo una sed desesperada
de beberte a ti…
¿Y tú…? ¿Acaso piensas en mí…?