martes, marzo 22, 2011

Ojalá en el tiempo que dura la vida

Ojalá en el tiempo que dura la vida,

en esa frágil unión de sentimientos

envuelta en carne que quiere escapar

explotar en éxtasis,

bastase el amor para desterrar a aquél que nos derrite los ojos

para negarse a el olvido y su terrible poder,

a aquel soberano absoluto que lucha contra el recuerdo

una de las formas de nombrar al amor

el que puede vencer a la muerte,

en la batalla del día contra la noche

el sol vence a la muerte y renace con él un nuevo día,

que bella mentira se juega en el cielo

ese acuerdo de fuerzas poderosas

de igual forma; el sol es la muerte,

como la muerte es luz,

uno es luminoso y otro oscuro,

como los dioses antiguos en su dualidad,

ambos se postran sobre nuestra cabeza y vigilan nuestros pasos,

imponiéndose con su capacidad de fin y principio,

¿se vencen o ceden?

ojalá bastase el amor para no fallecer ante del sol maligno,

esperamos y seguimos dignos

esperando a la primavera,

que ha venido a entregar la esperanza de que vendrá un invierno

cautivante y perfecto,

es así este mundo

intenso en la nostalgia de rendirse en ante los ciclos,

agradan,

no siempre se puede estar arriba en la rueda de fortuna

es mejor seguir como un altar viviente

una diosa, una niña

y convertir en viento a todo aquel que se refugié

en mis brazos.