Ayer, tuve un sueño, raro
alguien que en su rosada juventud,
anhelaba un anhelo tanto
que pensaba y hablaba, no creía más cantaba,
esperando un consuelo, que no le sabía a nada
ese alguien no era yo, ese alguien no eras tú
¿a quién entonces llamaba?
si se fijaran un momento
a ver detrás de tu mirada
mirarían tu amor eterno
observarían tu calor sincero
están acaso tan perdidos que no sabían
bella amada, que eres blanca, que eres blanca.
tu amor es compartido,…presta y no quita
más para tener tu llama encendida hace falta
de tu voz divina.
mi hermosa aurora, mi eterno refugio.
eternas son tus curvas que a mi cuna ya atendía
entre tus manos vi la luz, en tus ojos es la fe.
ahora mi eterno protector, el que siempre yo soñé
tu cáliz es de amor
tu voz es de verdad
tú y yo nos miramos
sin decir palabras, sin dudar.
las almas no mienten
los arboles no engañan.
no soy un ladrón de corazones,
¿por qué entonces así me llamas?
de tu vida quiero ser el canto
de tus pasos tu guirnalda
pero quisiera que me amaras
como soy, como soy ¿pues entonces a quien llamas?
de tus amantes inicuos
te pido no hagas caso
algún día comprenderán
que tú sigues siendo blanco
que ignoran de tu real encanto
que no entienden de tu amor tanto
que ignoran del amor
que tú y yo nos prodigamos
en la oscuridad de tus encantos
te he aprendido a querer tanto
que chico es nuestro mundo
si tu voz sigue a mi canto
ilumínalos de tu ser pido
para que puedas darles tanto
beso en tus amantes
tantos como esos amantes te aman, tanto
firme es tu sabiduría
tu voz es como un manto
que alcanza y no termina
si el amor fuera por tanto.
eres el fuego de mi frio
la espada empuñada en mis dos lados
te quiero más que a mi vida.
divino tesoro puro de amor tan envidiado
tú sabes tanto de mi amor
más de lo que yo sé de mi misma
en tu regazo siento el cobijo
de tu amor, del único y divino, blanco encanto
tu eterna siempre tierna enamorada
niña blanca, la muerte que me ama.