miércoles, agosto 17, 2011
Llegaste, como un eclipse,
iluminada con la esperanza
de un soñador indomable,
puedo dormir y deseo descansar
en el sueño que te cobija mejor que cualquier ropa
tengo hambre y puedo comer de la vida misma,
como si fueran tus labios el boca del caldero de la vida,
estos días sonrió como en la vida misma he sonreído,
casi como si estuviera pagando los años que jamás lo hice,
estoy despojado de mi tristeza y mi soledad,
los muertos dejaron de deambular en mi habitación,
ahora puedo escuchar el cantar de los grillos sin temor a escuchar mi nombre
su música es hermosa y me recuerda tiempos mejores,
no pueden arrebatarme el nombre
los fantasmas y dioses antiguos,
ni la muerte puede reclamar mis huesos
ya te entregue mis silencios,
el cuerpo y el nombre que me hacen ser,
tal vez este conjuro parezca antiguo
pero es la misma magia que usaron mis ancestros
para hablar del amor,
como lo es la puesta de sol en este mundo
las mareas hermosas,
de este jamás real detenido en la puerta,
que nos aísla de un mundo terrible
donde custodian mis palabras
a tus colores grabados en los muros
del castillo de mi memoria
síntomas de trastornos
las ventanas rotas
dejan pasar el frio de un encuentro escrito en el tiempo
noches a oscuras que nos regalan los días que vendrán
que ganas de ir a dormir
en tus piernas
comer de tus manos de artista,
escuchar como mi nombre suena hermoso
por primera vez en el universo cuando lo nombras…