jueves, junio 02, 2016

De la Luvia


Desperté cerca de las tres de la madrugada, ¿sabes? es la hora de las brujas la media noche, la gente cree que la media noche son las 12 de la noche cuando en realidad es la hora en la que empieza la noche, la media noche es entre las 3 y las 4 am justo cuando no hay mas oscuridad, justo cuando la calma que antecede a un amanecer violento vive plenamente, pero esta noche la lluvia que simulaba un diluvio, se convirtió de poco en tormenta,  se escuchaban los truenos y se miraban los relámpagos, las laminas y los techos sonaban al retumbar de las gotas de lluvia y a veces de el ligero granizo, es verdad que la noche refresco pero también alboroto  el polvo y un poco el calor, pero fue una noche extraña, desperté y no puede volver a dormir, estaba allí afuera la lluvia y yo me quede pegado a la ventana observando caer el agua desde una ventana en mi habitación, dese tener un cigarro  para poder contemplar el humo que acompañara al agua y como si este fuera un ritual de limpieza, se fuera al carajo todo eso que está mal en el mundo en la vida y en mis pensamientos también,  a veces creo que el agua que llueve, son las lagrimas que el mundo les regala a quien no tienen quien llore por ellos y limpian las tristezas de las almas de ambulantes en la madrugada. La lluvia torrencial me da cierta calma el golpetear del agua que cae, es un canto que me hipnotiza y me lleva, me cautiva y me encanta, estuve  un rato despierto hasta que por fin pude conciliar el sueño, la verdad  fue casi al amanecer, al escuchar el cantar de los pájaros supe que tenía que volver a la cama y dejar el simulacro de hombre y convertirme en el ser nocturno, en momentos me acorde de usted, no fue el agua, no fue la noche, ni el insomnio, tal vez fue la premura de despertar, pero creo que lo que hizo recordarte fue lo poético del momento, esa escena llena de arte y claros oscuros que a uno le entrega sonrisas, ¿porque sabes?, al final, la lluvia pasa y al amanecer la luz y el agua crean una alegoría simple y maravillosa de esperanza de que un día inicia y el agua lo limpia todo, así como las lagrimas limpian las penas, y el sol ilumina la oscuridad. y como en todo momento hermoso estaba usted presente en mi memoria.  La lluvia tiene cierto aire y poesía, tiene su propio ritmo y su propio lenguaje, se apoya en la luz de los relámpagos y en el sonido del trueno para dramatizar, el mundo está recitando poesía, poesía de la tormenta cada vez que lleve, y tal vez es el secreto de mirar por la ventana disfrutar como se nos susurra un poema que además de escuchar, ver, si nos aventuramos podemos sentir también, no me parece una coincidencia, siento lo mismo con usted, que es un poema.