jueves, junio 20, 2019
Cada momento que pasa descubro lo genial, lo interesante, lo cautivante
que puede ser ya años, y sigo descubriendo maravillas, también esos
detalles y los defectos pero ya decían en la película de Hellboy que
queremos a las personas por sus cualidades pero que las amamos por sus
defectos. Y tú me encantas y más.
Ódiame por las pocas cosas
que no he hecho por ti
sí, ódiame si quieres por eso
ódiame por lo que te prometí y aun no he cumplido,
se que aún no te he bajado todas las estrellas del cielo,
pero sabes que no es necesario porque brillas más que ellas,
quisiera me odiaras porque hay partes del día en que no estoy contigo,
así como yo me odio por lo mismo,
ódiame porque a veces duermo
para encontrar el momento,
ódiame porque no siempre apareces tú
en mis sueños.
que no he hecho por ti
sí, ódiame si quieres por eso
ódiame por lo que te prometí y aun no he cumplido,
se que aún no te he bajado todas las estrellas del cielo,
pero sabes que no es necesario porque brillas más que ellas,
quisiera me odiaras porque hay partes del día en que no estoy contigo,
así como yo me odio por lo mismo,
ódiame porque a veces duermo
para encontrar el momento,
ódiame porque no siempre apareces tú
en mis sueños.
Pero no me odies
por ser demasiado bueno,
que ya se encarga el mundo
de odiarme por eso.
no me odies porque me preocupe tanto por ti
no me odies porque a veces tenga celos
no me odies por equivocarme cuando no sé qué decir,
por regalarte cosas en días que no debo,
no me odies porque piense tanto en el futuro
y el pasado me sea familiar como el presente,
Ódiame si quieres porque no estuve contigo
cuando intente ir a comprar un anillo en mal momento.
ódiame porque a veces me basta con mirarte
en ese momento donde tu rostro
se me quedo grabado en el pensamiento.
Pero no me odies por quererte,
no me odies por echarte tanto de menos
no me odies por decirte demasiado pronto
que te quiero.
Ódiame por las pocas cosas que no he hecho por ti,
por no haber sabido parar el tiempo,
por haber creído que quererte
bastaba para demostrarte que te quiero.
Pero no me odies por querer convencer a tu corazón
cuando ni siquiera puedo controlar mis propios sueños
no me odies por enamorarme,
no me odies por no saber arrancarte de los brazos de la locura
no me odies por no saber salvarte de la muerte.
que ya me encargo yo de odiarme por eso.
por ser demasiado bueno,
que ya se encarga el mundo
de odiarme por eso.
no me odies porque me preocupe tanto por ti
no me odies porque a veces tenga celos
no me odies por equivocarme cuando no sé qué decir,
por regalarte cosas en días que no debo,
no me odies porque piense tanto en el futuro
y el pasado me sea familiar como el presente,
Ódiame si quieres porque no estuve contigo
cuando intente ir a comprar un anillo en mal momento.
ódiame porque a veces me basta con mirarte
en ese momento donde tu rostro
se me quedo grabado en el pensamiento.
Pero no me odies por quererte,
no me odies por echarte tanto de menos
no me odies por decirte demasiado pronto
que te quiero.
Ódiame por las pocas cosas que no he hecho por ti,
por no haber sabido parar el tiempo,
por haber creído que quererte
bastaba para demostrarte que te quiero.
Pero no me odies por querer convencer a tu corazón
cuando ni siquiera puedo controlar mis propios sueños
no me odies por enamorarme,
no me odies por no saber arrancarte de los brazos de la locura
no me odies por no saber salvarte de la muerte.
que ya me encargo yo de odiarme por eso.
Ahora
los dejo al pie de la escalera, treinta minutos después de medianoche,
con un bloc, una pluma y una posible lista. Conjuren sus palabras,
alerten a su personalidad secreta, saboreen la oscuridad. Peldaños
arriba, en las sombras del altillo, espera su Cosa. Si le hablan con
suavidad y escriben toda vieja palabra que quiera saltar de sus nervios a
la página...
Tal vez, en su noche privada, la Cosa del final de la escalera... empiece a bajar.
Tal vez, en su noche privada, la Cosa del final de la escalera... empiece a bajar.
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