domingo, agosto 07, 2016

que la sombra de la mortaja sea tejida con la seda las arañas, que mi noche crepuscular sea digna del fuego que destruye y renace, que la música jamas mienta, que mi baile espante a la muerte
Voy a morir. Tarde o temprano. Por eso voy a empeñarme en vivir, voy a esforzarme en seguir dando fe de cada pasión, gracia, color, aroma. Porque no soy un ser para la muerte, soy un ser para la luz. Fijaos bien en la vida, fijaos con más atención y demora. ¿Y a mí que me parece que esta vida es ya eterna? Si no fuera así al menos yo no escribiría ni un solo poema.
¡Ay basas de marfil, vivo edificio
obrado del artífice del cielo,
columnas de alabastro que en el suelo
nos dais del bien supremo claro indicio!
¡Hermosos capiteles y artificio
del arco que aun de mí me pone celo!
¡Altar donde el tirano dios mozuelo
hiciera de sí mismo sacrificio!
¡Ay puerta de la gloria de Cupido
y guarda de la flor más estimada
de cuantas en el mundo son ni han sido!
Sepamos hasta cuándo estáis cerrada
y el cristalino cielo es defendido
a quien jamás gustó fruta vedada.
Desechable es el amor del bohemio rimador,
pues el auto-declarado poeta, y no hombre,
profesa ser demasiado para amar escuetas mortales,
sin darse cuenta que el amor es lo único que le hará volar.
De unas cuantas notas es el amor del músico agigantado,
amor que dura lo que él tarda en componer su nueva canción
que hablará de ti… o más bien de él
…y a la siguiente semana él ya tendrá una nueva musa.
Escaso es el amor del engreído artista,
pues cree que por crear arte tiene ganado el amor.
Para él cada una es otra más,
para ellas es sólo una oportunidad que no pueden dejar pasar.
Prefiere entonces el amor del hombre “común”;
él se permitirá enamorarse y dar amor sin medida,
serás su inspiración eterna,
la única con quien volará todas las noches.
Fantasmas demoníacos
merodean mi casa
se burlan de mi ingenuidad
y se ríen de mi debilidad;
yo les tiendo una trampa,
un truco cazafantastamas
para atraparlos
y devolverlos a la otra dimensión
donde pertenecen,
los amarro fuerte con muchos nudos
les arranco de las manos
las sonrisas, el sueño tranquilo
y mi estomago casi destruido
que intentan robarme;
les grito que esta vida es mía
y no es de ellos!
qué se vayan y me dejen en paz!

Luego de la fuerte lucha,
los fantasmas logran escaparse,
se calman por una horas
pero sé que volverán.
Aquí los espero con mi trampa,
con un truco cazafantastamas.