jueves, julio 13, 2017

Las aves del destino
Si aún me queda algo de magia te protegeré
usare los ritos más viejos y los círculos
ante las estrellas y las luces eternas
pediré al viento
hable con los ancestros
y acudirán la gente joven
llorare en una plegaria
entregare los restos de mis artes
para que siempre a tus espaldas guardianes te cuiden en silencio
no importa sea el momento de mi hora
los vacios serán pequeños
no daré tregua
aquí está el resto de mi magia
estrella eterna llévate este don terrible
y conviértelo en escudos irrompibles
decorados con ruiseñores despertando al sol.
Cicatrices
Inicia en mi cabeza
una leyenda escrita en arameo
un tatuaje narrando una épica historia de caballero
tiempos de cruces y lunas
en la segunda cruzada
de espadas y lanzas rotas
de damas plañideras y hombres esperanzados
termina en la punta de mis pies,
marca también en la frente dibujos
cien mil palabras escritas desde mi cejas,
manos, abdomen, ingle, rodillas, hasta llegar a la punta de los pies
nunca se ven
amenos se observen con detenimiento,
y en épocas de luna nueva
brillan las cicatrices en un furioso brillo
presuntuoso y discreto,
pero para el que sabe observar ahí están,
contando una vida, un pasado
que no se cansa de pensar en su futuro,
es tan fácil mirar mis marcas
excepto claro las que cubre la ropa,
con más historias sobre ellas.
Y en vez de flores hoy tus besos
endulzarán el té de mi almuerzo
y no me voy a ocupar
de si dirán la verdad.
Dame más
dame más.
Y quizá el día de mi entierro
cubre con ellos mi pecho
y así podré descansar
por toda la Eternidad.