domingo, febrero 06, 2011

Ídolos ajenos

Ídolos ajenos que pelean dentro de mí,

pisando ángeles clavados en las tumbas

la tierra de mi madre

desgastada con la hermosura de la luna,

a muerte el diablo y dios dentro de mi

disputan una hoja en blanco con el sabor de los sentimientos

no están ahora los días que me salvaran

pero contengo en la mirada

perturbadas lagrimas

perfectas en la memoria grabadas en mis labios como el nombre

de la ultima inspiración…

bendito tritono de amor

me exoneras de una muerte diversa y poco piadosa

sin poder derrumbar las espaldas de los falsos

su miedo me complacerá

lo enfrascare en cristales

junto los despojos de la humanidad perecida en el siglo 13,

hoy es el crepúsculo de la sangre,

un fin idóneo para la Fe, los días grises y las lluvias de miseria,

sin colores en la habitación

no duele la silueta vacía,

nada permanece para el placer

mientras todo lo que habita dentro

se conserve en un abismo áureo

aprisionando al sol,

solo la luna quemándose en el vientre del sol

arrancan suspiros de belleza,

como clavos enterrados en las palmas de las gárgolas durmientes

mas allá de todo lo que no puede entenderse,

recurre el cuerpo a una espada

que sanara abriendo la piel para expulsar del roto cadáver

los mil nombres de todos los suspiros,

como infinitos diablos mordiendo los corazones

de esos que quieren hacer poesía, santísima poesía sacra,

idiotas sin remedio... carecen de "FE"

nunca conocerán la gloria de los divinos versos,

ni el amado arte sacro de una muerte de piedra

en campos y necrópolis

construidas con la lagrimas de las perdidas y las flores dulces,

sonaran las campanas de la muerte para abrirse las puertas

del cielo,

un elegido entre los mil infantes,

un soldado entre los mil guerreros,

un caballero entre los mil hombres,

un héroe de entre todos,

para reconocer el mundo que desviste los anhelos sin memoria

el recuento pintado en los escudos con sangre,

cualquier asesinato en nombre del amor

está justificado, eso atrae de la muerte…

lo mejor de la muerte

soy yo.