viernes, abril 22, 2016

Amor


...Y al mismo tiempo me iba convenciendo de que, a pesar de encontrarme enfermo, la enfermedad que padecía era, por decirlo así, normal, puesto que tantos otros la habían sufrido, y parecía que los autores citados hubieran estado pensando en mí cuando la describían.

...Así leí emocionado las páginas donde Ibn Hazm define el amor como una enfermedad rebelde, que sólo con el amor se cura, una enfermedad de la que el paciente no quiere curar. Basilio de Ancira afirma que el mal del amor demuestra (síntoma inconfundible) un júbilo excesivo y al mismo tiempo desea apartarse y prefiere la soledad, a lo que se suma un intenso desasosiego y una confusión que impide articular palabra...

...Me estremecí al leer que, cuando se le impide contemplar el objeto amado, el amante sincero cae en un estado de abatimiento que a menudo lo obliga a guardar cama, y que a veces el mal ataca el cerebro, y entonces el amante enloquece y delira. Leí con aprensión que, si el mal se agrava, puede resultar fatal...

...Santa Hildegarda atribuye a la melancolía el dulce sentimiento de la pérdida del amor. En el Liber Continens, se identifica a la melancolía amorosa con la licantropía, en la que el enamorado se comporta como un lobo. Primero se altera es aspecto de los amantes, la vista se debilita, los ojos se hunden y quedan sin lágrimas, la lengua se va secando y se cubre de pústulas, el cuerpo se marchita y padecen de una sed insaciable. Pasan el día tendidos en el lecho, boca abajo, con el rostro y los tobillos cubiertos de marcas, y por último, terminan sus días vagando por los cementerios, de noche, como lobos...

...El gran Avicena define el amor como un pensamiento fijo de carácter melancólico, que nace del hábito de pensar una y otra vez en las facciones, los gestos o las costumbres de las personas del sexo opuesto. Se vuelve una enfermedad cuando al no ser satisfecho se vuelve un pensamiento obsesivo, que provoca risas y llantos intempestivos...

...Arnaldo de Villanova, con crueldad, recomienda que la única cura contra el mal de amor es perder la confianza, olvidar...