En
la Edad Media un cuarto de la población murió por peste negra. Los
señores feudales cobraban tributos altísimos. El hambre se comía cada
resquicio de vida que había resistido a las dos anteriores
circunstancias. Las ciudades tardaron décadas en recuperar el esplendor
del pasado clásico. La comunicación era realmente complicada pues pocos
sabían y podían leer manuscritos en latín –el esperanto de la época-.
Ahora la población oscila de un lado a otro. Auguran que, junto a la gestión del agua, los movimientos migratorios serán los grandes problemas del futuro aunque quizá la previsión resulte demasiado optimista si una se asoma a las playas de Lesbos o a las fronteras que Europa cierra cada vez con más celo. Como antes.
Ahora la población oscila de un lado a otro. Auguran que, junto a la gestión del agua, los movimientos migratorios serán los grandes problemas del futuro aunque quizá la previsión resulte demasiado optimista si una se asoma a las playas de Lesbos o a las fronteras que Europa cierra cada vez con más celo. Como antes.