miércoles, septiembre 27, 2017

"[...] hijo de su misma muerte,
gestado en la aridez de sus escombros—
siente que su fatiga se fatiga,
se erige a descansar de su descanso
y sueña que su sueño se repite,
irresponsable, eterno,
muerte sin fin de una obstinada muerte,
sueño de garza anochecido a plomo
que cambia sí de pie, mas no de sueño,
que cambia sí la imagen,
mas no la doncellez de su osadía
¡oh inteligencia, soledad en llamas!
que lo consume todo hasta el silencio,
sí, como una semilla enamorada
que pudiera soñarse germinando,
probar en el rencor de la molécula
el salto de las ramas que aprisiona
y el gusto de su fruta prohibida,
ay, sin hollar, semilla casta,
sus propios impasibles tegumentos.
¡Oh inteligencia, soledad en llamas
que todo lo concibe sin crearlo!
Finge el calor del lodo,
su emoción de substancia adolorida,
el iracundo amor que lo embellece
y lo encumbra más allá de las alas
a donde sólo el ritmo
de los luceros llora,
mas no le infunde el soplo que lo pone en pie
y permanece recreándose a sí misma,
única en Él, inmaculada, sola en Él,
reticencia indecible,
amoroso temor de la materia,
angélico egoísmo que se escapa
como un grito de júbilo sobre la muerte
— oh inteligencia, páramo de espejos!
helada emanación de rosas pétreas
en la cumbre de un tiempo paralítico;
pulso sellado;
como una red de arterias temblorosas,
hermético sistema de eslabones
que apenas se apresura o se retarda
según la intensidad de su deleite;
abstinencia angustiosa
que presume el dolor y no lo crea,
que escucha ya en la estepa de sus tímpanos
retumbar el gemido del lenguaje
y no lo emite [...]"
No te sientas triste si personas queridas de tu corazón eligen no despertar en esta vida. Respeta su divinidad y honestidad en el conocimiento de que no es tu responsabilidad ni derecho intentar cambiar su elección de seguir durmiendo.
Después de una vida en el Espíritu, ellos reencarnarán en un mundo de tercera densidad con otra oportunidad para ver la Luz y evolucionar espiritualmente; y, como Almas independientes pero inseparables que ustedes todos son, durante el tiempo de sueño de sus cuerpos tendrán reuniones con su gente amada en lugares donde tu y su vibración, lo permitan.
Infiernos en miradas vacías
tan llenos de la nada ignorante
reclutadora de silencios
amorfos y sin calor
y nada es suficiente ni un fin o un principio,
sólo es necesario para ver la totalidad de la vida
mirarla como mortal,
yo moriré, tú morirás hasta el sol se apagara
¿cómo podríamos amarnos si no fuera así?
Un puñado grande de arena o sal
Una vela o lamparilla blanca
Un vela o lamparilla naranja
Un vela o lamparilla roja
Un recipiente de barro
Un puñado de hojas romero y de hiedras muy trituradas
Alcohol
Cerillas de madera

Ariadna Dea lunae Reginae caeli et stellarum mysteria. Ego te hodie, in corde tuo, et accersi voco viribus ad nos perueniat. Qui enim animam ratione. Et dabo tibi animam totius mundi.
Quaeso ad hoc tempus quod virtute industriaque expandit trans fluctus et circuli vestri error. Orationes aliquas et verba mea hac.
Quaeso mihi meisque pro viribus nostris a nobis nihil impedit gaudere in corde tuo. Per hoc sacrificium humilitatis, obsecro nobis pugnam custodies te ab omni re potest nocere providimus animabus nostris, cut vias nostras, et irrita faceremus nobis errores
“Una gran suerte acaba de dárseme. Bruscamente, ya no estaba sola. Hasta entonces, los hombres que me habían interesado eran de una especie diferente a la mía. Me era imposible comunicarme con ellos sin reserva. Sartre respondía exactamente a mi voto de los quince años: era el doble en quien reencontraba, llevadas a la incandescencia, todas mis manías. Con él, podría simplemente compartirlo todo. Cuando lo conocí, supe que nunca más saldría de mi vida”. ---- Simone de Beauvoir
Guardián del punto preciso
en que a los mantos de la Nada
se ha hilvanado el Universo:
¡Despierta mi voluntad!
Y antes de lanzarme al viaje,
dale a mi antorcha apagada
la luz de flama dorada
que es tu creatividad.
Con el ímpetu que exprimo
de los vientos, yo te invoco:
a mi Círculo Sagrado
¡Ven, señor del plenilunio!.
Para en acto de Alta Magia,
concederle la belleza
del pétalo, a la aspereza
de mi cardo, el infortunio.
Infiernos en miradas vacías
tan llenos de la nada ignorante
reclutadora de silencios
amorfos y sin calor
y nada es suficiente ni un fin o un principio,
sólo es necesario para ver la totalidad de la vida
mirarla como mortal,
yo moriré, tú morirás hasta el sol se apagara
¿cómo podríamos amarnos si no fuera así?
Un puñado grande de arena o sal
Una vela o lamparilla blanca
Un vela o lamparilla naranja
Un vela o lamparilla roja
Un recipiente de barro
Un puñado de hojas romero y de hiedras muy trituradas
Alcohol
Cerillas de madera

Ariadna Dea lunae Reginae caeli et stellarum mysteria. Ego te hodie, in corde tuo, et accersi voco viribus ad nos perueniat. Qui enim animam ratione. Et dabo tibi animam totius mundi.
Quaeso ad hoc tempus quod virtute industriaque expandit trans fluctus et circuli vestri error. Orationes aliquas et verba mea hac.
Quaeso mihi meisque pro viribus nostris a nobis nihil impedit gaudere in corde tuo. Per hoc sacrificium humilitatis, obsecro nobis pugnam custodies te ab omni re potest nocere providimus animabus nostris, cut vias nostras, et irrita faceremus nobis errores
Pude haber creado un imperio con tu nombre,
me hubiera sido sencillo conquistar soles para que brillaran
menos que tú en la oscuridad eterna del universo,
y al domar a todos los dioses a; los nuevos,
a los viejos para que se inclinaran y te rindieran culto...
le hubiese tejido sus mortajas con los hilos del destino,
y aun así seguiría siendo
la sombra del polvo sobre el suelo...