¡Ay, pero de tanto amor,
algún día has de comer!
Y verás que ni las cenizas ni las ruinas,
pueden borrar los suspiros que todavía me dedicas.
miércoles, enero 02, 2013
Ay, pero de tanto amor
A estos tristes desgraciados
A estos tristes desgraciados,
los que hoy morirán de frio en noche buena
estos que no tendrán regalos o sonrisas,
y que fueron abandonados,
por locos que en silencio se aguantan el ansia de besos
quedando hambrientos tan solos como yo,
decreto una bendición que prefiero sea un conjuro
para que las miserias y desgracias se olviden
o al menos nos permitan partir lejos y en paz
para no enterarse que el día
en el cual el mundo parece más feliz
uno se extingue en la oscuridad,
se bien que no existe sueño o ilusión que se cumpla
estos inviernos terribles jamás matan y siempre dejan cicatrices,
lo siento es que he fallado
y comprendo el momento
no odio la vida odio estar solo…
Los pensamientos son libres
Los pensamientos son libres, ¿quién podrá adivinarlos?
pasan volando como sombras nocturnas
nadie puede conocerlos,
ningún cazador puede matarlos
no cabe ninguna duda:
los pensamientos son libres
si recuerdo ello seguramente no me quejaré nunca,
cuando me impidan de hacer esto o aquello,
porque en mi corazón siempre puedo reír y burlarme,
vale para siempre: los pensamientos son libres
por lo tanto nunca estaré preocupado
y nunca permitiré que fantasmas me perturben
porque en el corazón siempre se puede reír y burlarse
y pensar: los pensamientos son libres
A si es como el cielo y el mar
A si es como el cielo y el mar,
juntos en un mismo mundo y distantes a la vez
cielo y mar inmensos como el arte en el infinito universo
en el mar profundo se es silencio
y las palabras están apagadas,
en el cielo distante y lejano se mueven los momentos vividos,
entre actos y tormentas estos vientos los juntaron,
nos saben a recuerdos e ilusiones sentidas
hoy dormidas despertando en el sentir de la piel
si se dibuja el horizonte lejano parece fundirlos
el sol que parece juntar al cielo y el mar
como alegrías, felicidad, sueños y ternuras,
que sugiriere a simple vista la unión eterna
del cielo y el mar que des hace mucho tan lejanos son
uniéndose en una tormenta marcada
o en la paz de nuestras palabras nostálgicas
y el loco cariño desmedido entregado,
repartidos en el espacio infinito del tiempo,
hoy estamos quizás cobijados
por la tarde estela del tiempo que hace que pierda la calma
solo queda un poco de estas ilusiones dormidas
y siempre el recuerdo antiguo de las leyendas de cuando
cielo y mar fueron uno y todo, todo se multiplicó.
Una voz dormida
Una voz dormida
Mis brazos están tan abiertos
que podrían desprenderse
del mi cuerpo a extremos distantes,
donde el eco tensado de palabras silbantes
cubre sexos yuxtapuestos
para hallar caminos y continuar
en mi mano de cuerpo ausente
una perla perdida en el mar
de esta piel kilométrica,
a la deriva de la lengua que te nombra
se seca en tu figura por tu ausencia,
eres mi sombra sin cama y un recuerdo que ata
tantas fantasías colgando de un nudo
en el corazón de los sueños olvidados,
soy un niño natural,
hombre natural,
fantasma natural,
Dios natural...
soy el pueblo errante,
una tierra prometida en el destierro de unos pasos,
ruge, mi ánimo, en su trono de rey,
pues el orgullo más que pecado es la costra de todo
lo que no se sabe querer,
si por mis miedos no me has esperado,
que caigan los astros,
la noche y el tiempo ligero para nunca volver.