lunes, julio 10, 2017

En noches, como esta, cuando cae la lluvia sin parar, me acuerdo de esta canción, que marca pautas y llagas, porque también recuerdo, la ausencia,la soledad, la calle vacía y los rostros, que ya no están, porque también soy un fantasmas, y llueve en soledad...
Estás aquí, estáis aquí
Ahora mismo estáis aquí
No puedo veros pero sé que estáis aquí
Estáis aquí, estáis aquí
En La ciudad y en Berlín,
en el Dolores, en Barcelona
o en Madrid,
a la vuelta de mi habitación,
cerca viajando en metro,
a la mitad de mis pensamientos,
Estáis callados pero sé que estáis aquí

Desnudo me voy a lanzar
Siempre río abajo hasta que llegue al mar
Y que la o o o ola esencial
Y el ve ve ve ve vendaval
Me lleven donde estáis
Aprender a decir adiós sin palabras
pensar que mi amor fue atisbo
un radiante fulgor en la noche mas oscura
nunca pretendí ser el consejero o la razón
se que nunca seré guardián o sueño deseado,
ni la noche que cubre del frio los sueños,
tantas horas
que se vivieron un segundo
sin una nueva primera vez,
centenares de lágrimas cantan
para aprender a decir Adiós,
clara y lucida visión de la esperanza en el mundo
cual costas de Grecia dónde termina el orbe,
palpo con las manos el fin del mundo
no mas palabras…
ni una sola voz
robándose el silencio
eternamente callados
por la inconsistencia de no existir
tan suficientemente útil para pintar horizontes
solo despedidas
prolongándose en el matiz violeta del alba en mi
hora azul.
Hay que predicar sobre el fin
de los cuerpos que nos lideran
que dejaron a su alma
apoderarse de vanas glorias
solo para poseer estados.
Todos esos mortales
esperarán al pie de la hoguera
gimiendo con impotencia
la pérdida de los placeres terrenales.
Llorarán, sobre sus tumbas
con la danza de la muerte
el fuego los consumirá
y sus ropas se harán cenizas.