A veces los poetas
estamos demasiado obsesionados
con los poemas y el verso intacto,
en la disyuntiva de procelosas palabras,
imágenes o metáforas.
¿Y no nos urge más
desentumecer el alma, adentrarnos
humildes en el prodigio
que es la vida -nuestra vida-
y su demora?
Por favor, guardemos los diccionarios,
y demos tregua a los libros.
Hemos de salir con más frecuencia
de nosotros mismos,
orearnos en renovados paisajes,
en cadencia de amor
que se derrama por labios y avenidas.
Y admiremos, contemplativos
de espiritual belleza,
esa plenitud que es la poesía
mucho antes de escribir nada.
jueves, abril 14, 2016
El andrógino
El andrógino es el ser original, presente en su completud en varios
mitos de la Creación; los hombres y las mujeres seríamos las partes
rotas de esos seres primordiales, y las uniones sexuales intentos
imposibles de recuperar esa unicidad perdida.
Dime de nuevo
Dime de nuevo que la eternidad
se puede contener en nuestros besos
que en un grano de arena puede filtrarse la vía láctea
que la tempestad es frágil como la nostalgia de la flor
que podemos amanecer en la transparencia del aire
llegar al vertedero del sol…
se puede contener en nuestros besos
que en un grano de arena puede filtrarse la vía láctea
que la tempestad es frágil como la nostalgia de la flor
que podemos amanecer en la transparencia del aire
llegar al vertedero del sol…
Al final del dia
Al final del día nos quedamos con que? Con las ideas, las posibilidades,
los intentos, la gloria, las derrotas, el corazón roto, o nada... es un
peso sublime cargar con la ausencia y la esperanza en el ataúd, Como
si fueramos Sisifo, pero seguimos neciamente como Sir Orfeo intentando
crear la posibilidad, la vida sera mas que intento fallidos, puede que también sea como en la premisa medieval; creer para ver, así que el corazón descansa junto al hígado y riñones en vasijas decoradas con
dioses extintos, para un buen día juntarse con el alma y conseguir una
sonrisa, me pregunto todas las noches, si esta derrota vale la pena, que
si el tiempo se volverá condescendiente y me dejara un momento saborear
felicidad color carmín envuelta en poesía, tal vez no, pero no por ello
dejare de seguir, al fin que siempre he sido un necio, un necio que también se asoma buscando... lo que tu buscas.
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