domingo, mayo 12, 2019

Nací un jueves a la hora de las brujas,
triste como la madrugada
la muerte me beso,
regalándome infortunio…
egoísta he robado la vida de alguien más
así el mal ha sido mi cómplice,
mounstro maldito, buscando amor…
y Dios no viene a matarme,
no ha mandado un ángel vengador
para que elimine el mal de este mundo
¿será que no existe
o me tiene miedo?
el mismo diablo no reclama a esta infame alma
para sus hueste,
a veces pienso que él cree que derrocare su trono y estirpe,
puede ser que ni la muerte me quiera,
porque es fácil
¿quién amara a un maldito?
al mounstro consagrado en el aliento de la nada…
Pero no puedo odiarte por mucho tiempo
Te espero como al último aliado que llega a la ciudad sitiada
y derriba las murallas con una pregunta:
¿no puedes dormir, quieres que hablemos?
No quiero hablar.
Quiero que eches de aquí las palabras.
Que me arropes con el mapa de tu mundo oscuro
amniótico
Conjuro el hechizo para alentar los dones
escuchare las palabras de las damas blancas,
aunque todo el mundo diga que son tonterías
la fe muestra los caminos verdaderos
devela los secretos que se esconden en la negrura de la capa de Nix
habitan los dioses más antiguos
son invocados aquí.
-lo mío es tuyo, lo tuyo es mío-
puedo pronunciar en medio del circulo,
deja que nuestros poderes crucen el río
ofrezco compartir este don,
poderes de las brujas que viajan invisibles a través de las brumas,
rosa blanca, semilla de mostaza y, sal marina,
danos el poder para ver lo que nadie ve,
devuélvenos a casa cuando esto se haya hecho,
una época para cada cosa y cada cosa en su momento,
alas de tiempo empujando para acelerar mi camino,
el mañana será hoy,
escucha estas palabras escúchales rimar.