martes, febrero 13, 2018

¡Doblar, doblar, doblar el trabajo!
Que hierva el caldero y la pócima espese
Dientes de lobo, aletas de dragón
Huesos de momia
Y el de tiburón con veneno del arpón
Baba seca de una serpiente
Hígado de mujer judía
Raíz de cicuta de noche cogida
Abeto tronchado con luna eclipsada
Nariz de turco
Dientes y quijadas
Dedos de recién nacido ahogado al nacer
Arrojado a un pozo por su madre
Con satánico y cruel placer
¡Y para el filtro hechicero, tripas de tigre al caldero!
Con este ingrediente
Ya se me alargan los dientes
¡Doblar, doblar, que el trabajo no cese!
Hierva el caldero y la pócima espese
*Witches roasting a child. Engraved by Francesco Maria Guazzo. Milan, 1626

Y soy el idiota que espera
el que busca y quiere ver
aquel que se preocupa y lucha
pero al final nada te importa…
Como un perro muerto de miedo
suelto la mordida diestra
precisa y terrible arrebato tiempos y olvidos a la muerte
Como un perro enfermo
me aferro a mi oscuridad
tan triste como y entrañable amante

Común perro sin familia
abandonado en el invierno eterno
ando disimulando la felicidad que jamás tendré
Como un perro le ladro a la luna
para espantar a la muerte
para atraer a la manada
y me canso de desafiar al destino
Como un niño juego a ser feliz
sé que un día
un buen día
el día que me muera
sabrán que ya no existe el perro
que les protegía…
Por favor, haced sitio: aquí os dejo mi corazón. Y necesito anchura, amplitud, vastedad y cumbres. A prueba de todas esas catacumbas y sombríos laberintos egoístas que socavan al hombre hasta el hastío.
Aquí os lo dejo, en toda su extensión y vuelo. Mi corazón, diáfano, va llenando espacio, y horizontes, y las orillas de todas las palabras. Sentid cómo os late en la mirada, unánime de amor y gladiolos. Por favor, haced más sitio, el mío es un corazón que crece en envergadura de luz e himnos.
Que Buen escritor y poema tan lindo que me ha sacado usted unas lagrimas de mi bolsillo..