viernes, febrero 16, 2018

"El corazón [...] Sede de la intimidad, apegado de por vida a su dentro en pura y muda interioridad. El espacio que tiene es el que da sin tenerlo, sin gozarlo. Pues el espacio gozado es el que se enseñorea del pensamiento, que anda suelto y libre por él. El espacio corresponde al dominio del pensamiento. El corazón por andar por él, ni sabe de él, pero le ofrece a costa de sí mismo, como sucede con toda sima o profundidad. Parece ser la profundidad un espacio bien diferente de los demás. La simple dirección contraria no produciría eso que llamamos profundidad. Profundo es aquel espacio creado por la acción de algo no hecho para estar en el espacio y que lo crea para que alguien que vive en el espacio y anda por él, pueda entrar en su contacto. La profundidad impone tanto y es tan misteriosa porque es el espacio que sentimos crearse, por la acción de algo que está a punto de traicionar su ser para ofrecerlo en una entrega suprema, como lo es toda entrega de aquello que no se tiene primariamente y se adquiere para entregarlo a quien sólo así puede ir a quien lo llama. Lo profundo es una llamada amorosa. Por eso, toda sima atrae."
La metáfora del corazón - María Zambrano.