miércoles, mayo 29, 2019

Languidece el animo del universo,
ante aquel espectáculo lastimero
desgarrador reflejo en los lagos;
un hombre de rostro ensangrentado y lívido,
cejijunto y sombrío y cuyos cabellos son serpientes,
en el momento de arrojarse sobre un puñal
sujeto en el suelo por la empuñadura,
sin tener a dónde huir. Correr, correr...
¿Cuántas veces la palabra mar se agita en la boca del poeta, en el transcurso de un libro que más bien busca ser cómplice del silencio, de una ausencia? ¿Cuántos naufragios para que se hiciera libro el poema que se lee y se revuelve en sus legiones de sonidos y ecos? El mar es un estado de ánimo, un invento, una metáfora que toma cuerpo en los textos que navegan en la imaginación o en la realidad
Amor y belleza,
dogmas de fe escudo de caballero
liturgia de signos,
metáforas y ritmo.
búsqueda y acción de gracias,
vida admirada,
esperanza del hombre,
olas, alas, himnos
túmulos abiertos noche s estrelladas
un lago y las hadas
toda su poesía: esencia
y sustancia del Dios vivo.