domingo, abril 22, 2018

El Cuerpo sin Órganos no hay quien lo consiga, no se puede conseguir, nunca se acaba de acceder a él, es un límite. Se dice: ¿qué es el CsO? —pero ya se está en él, arrastrándose como un gusano, tanteando como un ciego o corriendo como un loco, viajero del desierto y nómada de la estepa. En él dormimos, velamos, combatimos, vencemos y somos vencidos, buscamos nuestro sitio, conocemos nuestras dichas más inauditas y nuestras más fabulosas caídas, penetramos y somos penetrados, amamos. El 28 de Noviembre de 1.947, Artaud declara la guerra a los órganos: Para acabar con el juicio de Dios, “Pues atadme si queréis, pero yo os digo que no hay nada más inútil que un órgano”. Y es una experimentación no sólo radiofónica, sino biológica, política, que provoca la censura y la represión. Corpus y Socius, política y experimentación. Os impedirán experimentar en vuestro rincón.
El CsO: ya está en marcha desde el momento en que el cuerpo está harto de los órganos y quiere deshacerse de ellos, o bien los pierde. Interminable procesión: —del cuerpo hipocondríaco, cuyos órganos están destruidos, la destrucción ya está consumada, ya nada pasa, “la Srta. X afirma que ya no tiene ni cerebro ni nervios ni pecho ni estómago ni tripas, ya no le queda más que la piel y los huesos del cuerpo desorganizado”, esas son sus propias expresiones; — del cuerpo paranoico, cuyos órganos no cesan de ser atacados por influjos, pero también reconstituidos por energías exteriores (”durante mucho tiempo ha vivido sin estómago, sin intestinos, casi sin pulmones, con el esófago desgarrado, sin vejiga, con las costillas hechas polvo, incluso a veces había llegado a comer parte de su propia laringe,... y así sucesivamente, pero los milagros divinos siempre habían regenerado lo que había sido destruido...”); — del cuerpo esquizofrénico, accediendo a una lucha interior activa que libra contra los órganos y cuyo precio es la catatonía, y luego del cuerpo drogado, esquizoexperimental: “el organismo humano es escandalosamente ineficaz; en lugar de una boca y de un ano, que corren el riesgo de estropearse, ¿por qué no podría haber un sólo orificio polivalente para la alimentación y la defecación? Se podría obturar la boca y la nariz, rellenar el estómago y abrir directamente en los pulmones un agujero de ventilación, así tenía que haber sido desde un principio “‘; —del cuerpo masoquista, que se comprende mal a partir del dolor, porque fundamentalmente es un asunto de CsO; el masoquista se hace coser por su sádico o su puta, coser los ojos, el ano, el uréter, los pechos, la nariz; se hace inmovilizar para detener el ejercicio de los órganos, despellejar como si los órganos dependieran de la piel, sodomizar, asfixiar para que todo quede herméticamente cerrado.
- Fragmento de Cómo hacerse de un cuerpo sin órganos, Gilles Deleuze y Félix Guattari.
Cuando la noche llega, algunos dicen que nunca
ocurre nada especial.
Pero afuera, en la calle, la ciudad duerme
bajo un silencioso manto de estrellas,
el rostro pálido de la luna nos muestra
una extraña mueca dolorosa,
mientras se escuchan los aullidos de los lobos;
la niebla fría y fantasmagórica
nos dibuja una extraña silueta
que surge entre las sombras;
desde la acera un gato negro nos mira fijamente
bajo la luz amarillenta de una farola.

Y dicen que nunca pasa nada.
Todo esto a mí me parece extraordinario.
A si es como el cielo y el mar,
juntos en un mismo mundo y distantes a la vez
cielo y mar inmensos como el arte en el infinito universo
en el mar profundo se es silencio
y las palabras están apagadas,
en el cielo distante y lejano se mueven los momentos vividos,
entre actos y tormentas estos vientos los juntaron,
nos saben a recuerdos e ilusiones sentidas
hoy dormidas despertando en el sentir de la piel
si se dibuja el horizonte lejano parece fundirlos
el sol que parece juntar al cielo y el mar
como alegrías, felicidad, sueños y ternuras,
que sugiriere a simple vista la unión eterna
del cielo y el mar que des hace mucho tan lejanos son
uniéndose en una tormenta marcada
o en la paz de nuestras palabras nostálgicas
y el loco cariño desmedido entregado,
repartidos en el espacio infinito del tiempo,
hoy estamos quizás cobijados
por la tarde estela del tiempo que hace que pierda la calma
solo queda un poco de estas ilusiones dormidas
y siempre el recuerdo antiguo de las leyendas de cuando
cielo y mar fueron uno y todo, todo se multiplicó.
La historia de Tristán e Isolda es la historia de un amor arrebatado con un final infeliz; la de Píramo y Tisbe también. Ambas historias nos cuentan que cuando el amor es una pasión avasalladora, la muerte es su consecuencia lógica: un final trágico y una culminación extática... y es por eso que el amor intenso que tengo me lleva a la muerte, gracias por este don, por saber que moriré por la única cosa que es digna, morir el amor...
“Una procede a modo de súplica, obligando a obrar por respeto a las cosas sagradas, la otra, en cambio, a modo de compulsión. La primera no se puede usar respecto de los demonios, exige cierta manifestación de benevolencia y amistad que nunca es lícito tenerla con ellos. En cuanto a la segunda, puede ser lícito en unos casos usarla y en otros no...podemos, pues, conjurar a los demonios por el poder del nombre de Dios, arrojándolos fuera de nosotros como a enemigos declarados, a fin de evitar los daños espirituales y corporales que nos puedan venir de ellos...no es lícito, en cambio, conjurarlos para aprender y obtener alguna cosa por su medio, ya que con esto estableceríamos relaciones con ellos...los nigromantes utilizan los conjuros e invocaciones a los demonios para aprender y alcanzar alguna cosa de ellos. Esto, según lo que llevamos dicho, no nos está permitido".AQUINO, Santo Tomás de, Suma Teológica
Lejos de melancolías y de lavadoras.
Por favor, nada de caras mortecinas,
y de esa mirada que se arrastra
por las paredes, hasta quedarse quieta
en la nostalgia de una ventana, o de un libro
de Eça de Queirós -es "El primo Basilio".

¡Fuera, fuera! Yo no estoy aquí
(el pasillo se pone oscuro
y ya no queda nadie en los espejos),
y os juro que no es domingo,
y que el cielo no amenaza tristeza.
Lejos, estaré por B..., o quizá
en alguna casa naranja -o fucsia- de M...,
o amando a mi muerte en la Provenza
(sin dar más explicaciones).
Es definitivo: nos hemos ido.
Que nadie me espere mañana.
Desde este poema os digo
que a partir de ahora ya nada será lo mismo.
Lector, sé discreto,
esto debe de quedar entre nosotros.
El mundo agoniza y necesita Héroes y yo me preocupo por el vació en mi corazón, los héroes están solos, nadie ama a los héroes, es verdad que una delgada línea divide al monstruo del Héroe, yo con dos caras la del hombre y la del mounstro, en ambas le soy fiel al heroísmo. Es un deber ser…y el sacrificio personal por el bien común, porque en ello se encuentra tu felicidad