Eres lo único que me queda La
resistencia clandestina Defendiendo causas
perdidas Romanticismo suicida Indispensable en tu
equipaje Iré contigo a todas partes Como tu
canción favorita
La habitación roja- Nunca ganaremos el mundial
Nunca Ganaremos el mundial
-Sabias que mi padre era futbolista, tenía 23 años y ya era un gran estrella de los estadios, tenia contratos para salir al extranjero y era campeón en un mundial-
-No, ni enterada, ¿que paso porque dejo de jugar?
-Un domingo jugando una final de un campeonato, falló un tiro, porque un fanático de el equipo contrario le arrojo una botella de plástico, haciendo que fallara el tiro y con ello la oportunidad de ganar. Una hora más tarde un fanático loco, le disparo 4 balas, que lo dejaron en coma un mes, después de eso no despertó jamás, murió, porque aun tipo no le pareció no pudiera anotar un "GOL" un chingado gol…
Cada vez que veo a la gente idiotizarse por el fútbol, siento coraje. No me concierne esa felicidad, ni la euforia, no tengo ese gusto precario y vulgar, de idealizar mortales, corriendo, saltando o pateando balones, ellos ninguno de ellos me acerca a el arte, aun verdad, ni aúna realidad, tampoco me entregaran mis sueños, ni cumplirán mis idealizaciones, es solo una competencia, un juego que ya olvido el honor, y sus lealtades. En Realidad no le veo sentido a ese juego, ni entiendo como la gente le gusta. Es un horror como trasforman esa pasión suicida y amor idiota por una camiseta, olvidan algo efímero, es como si una religión les hubiera lavado la cabeza o un partido político les engaña con mentirás de campaña, es sin duda el fanatismo absurdo a ídolos falsos.
No sé cómo les puede gustar el fútbol. No veo más que a un montón de monitos en short, camiseta y zapatos chistosos e incómodos que corren atrás de una pelotita, como si estuvieran locos y adentro tuviera la llave para abrir la puerta de un cuarto donde se encuentra un gran tesoro, o no sé, como si fuera tan emocionante el pegarle a esa pelota, andarse exponiendo a ser pateado por otro güey y quedar lastimado de por vida...
Y aun mejor aberrante y miserable sentirse el jugador número 12 ¿qué es eso de que somos el jugador número 12?, es una tontería, ellos son el equipo, ellos juegan, no uno que grita, ni el que ve, puede el ánimo se contagie pero ellos son los que ganan o pierden, que no vengan a joder con que somos todos un equipo porque eso es una mentira. Estoy seguro que a muchos de sus ídolos solo les interesa el dinero y ni siquiera la gente que les apoya, enserio, ese juego, tiene poco de bueno y mucho que pensarse.
-¿Porque me cuentas todo eso?-
-¿Porque sigues invitándome a jugar o ir al estadio?, sabes que no me interesa el fútbol, pero contigo he aprendido a odiarlo, a sufrirlo, a recordarme que un balón, una pistola, y los deseos idiotas de millones de personas sin una propia identidad, me quitaron, a mi la oportunidad de tener todos esos sueños y oportunidades y tal vez perderlos por mi propia cuenta…
No es la línea blanca pintada de un campo verde lo que conmueve el espíritu, ni los jugadores en esa batalla, no es el balón o los goles, que se han de anotar, no, es la vida que se va en la cancha, es el espectador que grita y revienta, es quien disfruta y sabe que es un juego, que te y recuerda, que todos los caminos te llevan a los excesos, si te gusta y quieres jugar adelante, pero se tu quien elige tu derrota, tus fracaso y tu vicio, tal vez comprendas todo esto que te he dicho para que no vuelvas a molestarme con tu banalidad vulgar.
-No, ni enterada, ¿que paso porque dejo de jugar?
-Un domingo jugando una final de un campeonato, falló un tiro, porque un fanático de el equipo contrario le arrojo una botella de plástico, haciendo que fallara el tiro y con ello la oportunidad de ganar. Una hora más tarde un fanático loco, le disparo 4 balas, que lo dejaron en coma un mes, después de eso no despertó jamás, murió, porque aun tipo no le pareció no pudiera anotar un "GOL" un chingado gol…
Cada vez que veo a la gente idiotizarse por el fútbol, siento coraje. No me concierne esa felicidad, ni la euforia, no tengo ese gusto precario y vulgar, de idealizar mortales, corriendo, saltando o pateando balones, ellos ninguno de ellos me acerca a el arte, aun verdad, ni aúna realidad, tampoco me entregaran mis sueños, ni cumplirán mis idealizaciones, es solo una competencia, un juego que ya olvido el honor, y sus lealtades. En Realidad no le veo sentido a ese juego, ni entiendo como la gente le gusta. Es un horror como trasforman esa pasión suicida y amor idiota por una camiseta, olvidan algo efímero, es como si una religión les hubiera lavado la cabeza o un partido político les engaña con mentirás de campaña, es sin duda el fanatismo absurdo a ídolos falsos.
No sé cómo les puede gustar el fútbol. No veo más que a un montón de monitos en short, camiseta y zapatos chistosos e incómodos que corren atrás de una pelotita, como si estuvieran locos y adentro tuviera la llave para abrir la puerta de un cuarto donde se encuentra un gran tesoro, o no sé, como si fuera tan emocionante el pegarle a esa pelota, andarse exponiendo a ser pateado por otro güey y quedar lastimado de por vida...
Y aun mejor aberrante y miserable sentirse el jugador número 12 ¿qué es eso de que somos el jugador número 12?, es una tontería, ellos son el equipo, ellos juegan, no uno que grita, ni el que ve, puede el ánimo se contagie pero ellos son los que ganan o pierden, que no vengan a joder con que somos todos un equipo porque eso es una mentira. Estoy seguro que a muchos de sus ídolos solo les interesa el dinero y ni siquiera la gente que les apoya, enserio, ese juego, tiene poco de bueno y mucho que pensarse.
-¿Porque me cuentas todo eso?-
-¿Porque sigues invitándome a jugar o ir al estadio?, sabes que no me interesa el fútbol, pero contigo he aprendido a odiarlo, a sufrirlo, a recordarme que un balón, una pistola, y los deseos idiotas de millones de personas sin una propia identidad, me quitaron, a mi la oportunidad de tener todos esos sueños y oportunidades y tal vez perderlos por mi propia cuenta…
No es la línea blanca pintada de un campo verde lo que conmueve el espíritu, ni los jugadores en esa batalla, no es el balón o los goles, que se han de anotar, no, es la vida que se va en la cancha, es el espectador que grita y revienta, es quien disfruta y sabe que es un juego, que te y recuerda, que todos los caminos te llevan a los excesos, si te gusta y quieres jugar adelante, pero se tu quien elige tu derrota, tus fracaso y tu vicio, tal vez comprendas todo esto que te he dicho para que no vuelvas a molestarme con tu banalidad vulgar.