domingo, septiembre 18, 2016

¿Cómo caíste del cielo,
lucero brillante, hijo de la aurora?
¿Echado por tierra

el dominador de las naciones?
Tú, que decías en tu corazón:
Subiré a los cielos; en lo alto,
sobre las estrellas de El,
elevaré mi trono;
me instalaré en el monte santo,
en las profundidades del aquilón.
Subiré sobre la cumbre de las nubes
y seré igual al Altísimo.
Pues bien, al sepulcro has bajado,
a las profundidades del abismo.
En el tercer día de la Creación el principal arcángel de Dios, un querubín llamado Lucifer, hijo de la Aurora ("Helel ben Shahar") se paseaba por Edén entre joyas centelleantes, su cuerpo resplandeciente con cornalinas, esmeraldas, diamantes, berilos, ónice, jaspe, zafiro y carbunclo, todo engarzado en el oro más puro. Pues durante un tiempo Lucifer, a quien Dios había designado Guardián de todas las Naciones, se comportó discretamente, pero pronto el orgullo le hizo perder la cabeza. "Subiré a los cielos —dijo—, en lo alto, sobre las estrellas de Dios, elevaré mi trono, me instalaré en el monte santo, en las profundidades del aquilón. Subiré sobre la cumbre de las nubes y seré igual al Altísimo." Dios, observando las ambiciones de Lucifer, lo arrojó de Edén a la Tierra, y de la Tierra al Seol. Lucifer brilló como el relámpago al caer, pero quedó reducido a cenizas; y ahora su espíritu revolotea a ciegas sin cesar por la oscuridad profunda del Abismo sin Fondo.




Es casi ridículo mencionar
que nuestras espinas
son muestras de amor,
que sentimos cada vez que las clavamos
en nuestra piel
verdadera pasión,
que olvidamos el mundo exótico
donde las musas cantan
y los soles brillan,
porque creemos en harpías y en lunas rojas
durante el lapso
en que la sangre
le da vida a los demonios
de nuestras miradas
melancólicas y tristes
que muestran...
la verdad de nuestro amor
No encajo nunca en la vida
pareciera grito desde el subsuelo
mientras me apresuro
a mi cita con la historia,
se que la noche era para charlar,
el día para dormir,
la tarde para escribir
siempre curando mi alma enferma de tristeza,
ahogada por la melancolía.

¿Qué tipo de burla es esta?,
maldita justicia ciega
imploro un veredicto confiable,
no debí nacer, ¿para que me han puesto aquí?
si me condenan a una soledad sin significado…
Este adorado rezo nostálgico
mi invocación al diablo mas negro
patrono de Les PoètesMaudits,
es mi destino que me arranca la esperanza y me da beber saudades
soy un maldito,
un valiente mounstro escondido en lagrimas de un niño huérfano.
Retirado en habitación
en medio de la orgia con Verlaine, Pizarnick y Panero
violare de todo lo hermosamente creado,
seré el cuervo que come del vientre de sus padres,
eterno enamorado de la muerte,
llegue al mundo para derrotar
a esta fragilidad letal expuesta en el mundo,
tonterías hediondas de hostilidad
beberé su desprecio y me bañare
en la incomprensión ignorante de los ojos cerrados.
Besareel silencio, hermoso silencio….
con adicciones que decoraran como trofeo
las insondables angustias
depositadas en mi corazón y entre mi pensamiento,
estoy maldito, me quede sin nada
sin mi retorno a lamesura,
esperanza o fe en el amanecer,
mis ojos ya se han cerraron…

eguiré enojandome eternamente cuando molesten insulten o hagan algún perjurio a mis amigos(si fui al diccionario pata usar perjurio) existen formas de ser mamón se puede mamomear sin insultar en ello radica la clase pero bueno vivimos la era de los ordinarios
El cariño de las personas es lo que realmente conforta. ¿Qué más dan caracteres, ideologías, distintas aficiones, empecinamientos y modos de pensar? El cariño es la clave para que las cosas funcionen, y ya nada sea imposible. Os lo puedo asegurar.
El verso es ese puente -o ese abrazo o ese beso o ese amor- entre dos infinitudes.
La vida es ese viaje cuyo destino sólo sabe tu corazón.
De estar al día, de seguir la actualidad, me he ido curando con el tiempo. Y... ¡qué alivio es estar exclusivamente al tanto de amar con más iniciativa, de leer viejos libros, o de asomarme cuando me plazca por la ventana de mi vida y admirar la luz o la noche!
El estado crucial de la vida, del alma, de la felicidad de la persona, es el de enamorado.
Me empeño en la literatura porque a través de ella le sonsaco algo de verdad a mi vida.
¡Qué bien se está en la sencillez!
Decía mi madre que mi verdadera vocación era de librero. Como siempre tenía razón. La vida, la vida...
Y la alegría está en todas partes, está en la verde cubierta de nuestro planeta, en la azul serenidad del cielo, en la temeraria exuberancia de la primavera, en la severa abstinencia del gris invierno, en la carne viva que anima nuestro cuerpo, en el perfecto equilibrio de la figura humana, noble y bien parada, en el vivir, en el ejercitar nuestros poderes, en el aprender, en el luchar el mal...La alegría está en todas partes.