domingo, abril 30, 2017

Diosa Madre, Reina de la Noche y la Tierra,
Dios Padre, Rey del día y de los bosques
celebro su unión mientras la naturaleza se regocija
en briosas llamaradas de color y de vida.
Acepten mi regalo, Madre diosa, Padre dios
en honor de Su Unión.


De su unión renovada sera la vida
una profusión de criaturas vivientes
cubrirá los campos y los vientos soplaran puros y dulces
Dioses Antiguos, yo celebro con Vosotros!

Comienza Beltaine, los días lóbregos son un recuerdo de los días pasados. La luz renace en el tiempo de más fuerza, donde el fuego es protagonista, nos protegerá de las tempestades, de todo mal y a través del fuego renaceremos sin macula que opaque nuestros dones.
Seres imaginarios (...) han poblado siempre las noches (...) sin que la era del átomo y la cibernética hayan podido acabar con ellos, acaso porque el conocimiento científico y las utopías sociales están aún lejos de calmar todos los miedos ancestrales del hombre y de colmar sus esperanzas
Mas que una plegaria...
el sonido de un violín con tres cuerdas
un paño de muerte sobre una dama,
rosas en mi jardín tierra para mis muertos,
antaño y ahora en mis dedos corriendo
sobre mis miedos,
huele la putrefacción como una satisfacción
viento y neblina en medio del cementerio
camina la muerte llama a sus vástagos
y bailaran mientras juegan a dormir por siempre.
Arroje mi nombre al fuego,
en esas bellas llamas que han iluminado la noche mas oscura
regale una sonrisa y la vida,
he muerto en medio del fuego muerto como el sol en octubre
y hoy amanece, es el día donde el invicto sol triunfa sobre las sombras
prepare mi renacimiento
en medio de la noche más oscura nace la nueva luz,
la promesa de la vida,
el niño divino
seré lo mejor de mi
que así sea…
Diosa Madre, Reina de la Noche y la Tierra,
Dios Padre, Rey del día y de los bosques
celebro su unión mientras la naturaleza se regocija
en briosas llamaradas de color y de vida.
Acepten mi regalo, Madre diosa, Padre dios
en honor de Su Unión.

De su unión renovada sera la vida
una profusión de criaturas vivientes
cubrirá los campos y los vientos soplaran puros y dulces
Dioses Antiguos, yo celebro con Vosotros!
Es cierto que la primavera es una época de alteraciones y cambios, el dormido invierno se marchó y la primavera trae el despertar, lo nuevo, los cambios necesarios para la llegada del verano que muy pronto estará aquí.
Nosotros sentimos en nuestro interior que las cosas estas variando de forma que nuestro cuerpo físico y nuestro espíritu se inquietan, se alteran.
Estamos más nerviosos y a la vez nos sentimos decaídos, nos resulta difícil tomar el sueño y a la vez nos cuesta mucho levantarnos por la mañana. Son los cambios de esta estación tan inestable en emociones como en el clima.
La primavera es una estación de alteraciones climática, siempre lo ha sido y hoy en día más. Es normal encontrar unos maravillosos días soleados y calurosos y al siguiente se produce un drástico cambio atmosférico y llueve torrencialmente o nieva con más ímpetu que en el propio invierno. Ventisca de granizos pueden sorprender a los más precavidos y un implacable sol hace que las temperaturas suban.
La joven Diosa está inquieta, se maravilla ante todo y sus emociones se reflejan en la explosión de colores que invade la Naturaleza, su energía sexual la lleva a explorar cada rincón de su cuerpo y a buscar un compañero para amarse con gran pasión.
Feliz Beltane
Se aproxima los fuegos de Beltane, la noche mágica, una noche muy popular entre las brujas y todos aquellos que preservan las tradiciones de nuestros ancestros
Que el caos se apiade de mí
Por mí ya estoy muerto, más que nunca, nunca fue cierto. Los demonios que llevo dentro
tienen la culpa de mis pensamientos. Ahora sólo deseo tener culpa de mis deseos, más miedos que sueños.
Menos vivo, más muerto.
No hubo cantos de Ángeles,
ninguna brujo vino a bailar conmigo alrededor de la hoguera,
no encontré Hadas en este viaje,
triste Walpurgis...
Siento que cada medio día, buceo en el fuego.
Me sumerjo en una tempestad de llamas que me abrasa, que me despelleja por dentro.
Las corrientes de convección me arrastran al fondo del averno.
Siento como unas pesadas cadenas de plomo hirviente, me retienen privándome de libertad.
Es el recuerdo que me acecha y me inmoviliza en esa hoguera expiatoria del sufrimiento.
Y el bálsamo de la noche
qué diferente del invierno.
La noche, con su refrescante aliento, devuelve la vida a mis calcinados miembros.