martes, marzo 25, 2008

Perdona

Perdona si un día

ya no estoy cuando necesites mi ayuda,

la muerte ha venido por mi

con atavió de ángel de la soledad,

ha petrificado el marchito corazón lleno de ausencias

que tenia ya como un féretro apolillado

dentro del pecho,

seco los ríos rojos de mi cuerpo

son ahora sal roja una arena fina

una ilusión clandestina

casi ilegal como mi vos

esparciéndose como eco lejano a través del viento,

todo en mi palpita rápidamente,

en un ultimo aliento,

perduraran solo mis uñas que seguirán creciendo

o mi cabello alborotado por la soledad,

¿quien olvidara primero mi nombre antes de que muera?

pues ya ni siquiera lo han de conocer los vivos,

¡voy, voy!

triste no por morir,

nunca por ya no estar

siempre la busque, la llame, muerte tierna y cariñosa,

viene aquí a mí y yo con ella,

sonrió un poco

como algún infante comiendo mazapán de Toledo,

pero en el fondo me duele

ya ni siquiera enterarme que será de ti

si vos bien vivirás,

aunque siempre lo ha sabido nunca necesitaras a alguien como yo

siento la pena

de que si un día de casualidad logras voltear a buscarme y decir ven te necesitó

no este ya mas aquí,

solo mis huesos mudos que siempre rogaran perdones

que existí que ya no lo hago.