¿Por qué visitamos la tumba de alguien a quien no hemos conocido en
absoluto y donde ya no hay nada? Porque aún nos dice algo, algo que
sigue resonando en nuestros oídos” (Cees Nooteboom).
viernes, junio 17, 2016
el cronófago, que avanza proyectando las garras de sus hórridas patas de
modo que marca los segundos y devora el tiempo al abrir y cerrar la
boca que luce temibles colmillos que más que devora el tiempo pareciera
dispuesto a devorar la humanidad. Esta terrible criatura abre y cierra
los ojos de una manera que hipnotiza a los espectadores. Los movimientos
de esta langosta generan destellos de luces azules que viajan por la
esfera hasta detenerse en la hora exacta.
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