viernes, agosto 17, 2007

Me miran raro cuando digo que uno de mis placeres es fotografiar en el cementerio. Me miran raro porque no podrían asociarme a una tribu urbana como los góticos o los metaleros del área más necroapasionada.

La gente no entiende que el capturar esos detalles responde a un proceso personal: el abandono, la muerte propia y ajena, el olvido, la desolación es parte de la compañía, de la vida propia y ajena, del recuerdo, del éxtasis. Rest.. y el Mozart necromusical me abre una sensación de profundo y de eterno.

Quizás es eso

soy un ladrón de eternidad.

y en eso estoy.

El esqueleto me ha traído hasta aquí,

creerlo o no,

me ha cargado,

a veces arrastrado,

siempre tranquilo a su paso

sosteniendo un saco de idiotez

un poco de sueños

y un montón de carne podrida…yo…

el crepúsculo de la impertinencia,

¿no merezco no un adiós?

o tan solo el tiempo y el destino me tendrían predestinados

para siempre

las vidas que tenga,

las eternidades oscuras,

soledad perfecta de esa que tortura

de esa que come cada gramo de esperanza

¡ah! bendita locura,

ven y envuélveme en tus manos

llena mis desgracias con tu afición a lo imposible

que no encuentro mas pasos y mas caminos,

tronaran los días perfectamente

moriré solo sin mi circunstancia

también me abandona y yo de poder me iría con ella.



-Creo... que ella no se molestaria en hacer algo semejante con alguien como tu... No hay polvora para zamuros-
gracias Señor te agradesco me hagas bajar de mi idiota ilucion...