miércoles, junio 19, 2019

"Si por la mañana permaneces en espacios cerrados con escasa iluminación, al llegar la noche te costará mucho más trabajo conciliar el sueño. Es la conclusión a la que han llegado Mariana Figueiro y sus colegas del Instituto Politécnico Rensselaer (EE UU) en un estudio que ha publicado la revista 'Neuroendocrinology Letters'. Concretamente, su trabajo, realizado con adolescentes, revela que cuando los sujetos no se exponen a la luz del día durante 5 días consecutivos experimentan un retraso de 30 minutos en la secreción de melatonina, la hormona del sueño que le indica al organismo que ha llegado la hora de irse a dormir. Es decir, cada día que transcurre sin que recibamos luz natural a primeras horas del día supone un retraso de 6 minutos en la hora a la que podemos conciliar el sueño.
Además de trastornar el ritmo biológico, cambiando los patrones de sueño, temperatura corporal y apetito, la ausencia de luz durante el día puede reducir la atención y el rendimiento.
La situación cambiaría drásticamente, según los investigadores, si colegios y oficinas dejaran entrar la luz natural a sus estancias, donde las personas estudian o trabajan."
Expurgo la biblioteca, no hay más remedio ante la llegada inmisericorde de tantísimos volúmenes nuevos que con uñas y dientes, más el atrevimiento de la juventud, empujan y arrinconan a los viejos. Es lo mismo que en los nichos de los cementerios, cada cierto tiempo desalojados y con los restos yendo a parar a un osario, una fosa común. En un ejemplar que sopeso, y absuelvo, Argumentos en busca de autor, de Bruno Mesa, esta frase: "Detrás del libro, atados los dos por una cuerda, suele aparecer el cadáver del autor." ¿Me perseguirá el fantasma de quien escribió alguno de estos libros de los que hoy me desprendo?
Dual el mundo avanza
con su pisada fuerte,
el carro empuja hacia la luna
y los enamorados despiertan,
la cascara que cuida los sueños
se rompe y los nunca soñadas ilusiones mueren,
huyen volando suaves aves rojas
veloces como el parpadeo
hasta chocar contra aun espejo
soñado por alguien que ya no está,
germina la serpiente se enreda en la vida
adentrándose a este imposible,
la muerte nos podrá entregar paz,
pero vamos a dormir a su casa.
En el tercer cigarrillo, su cuarta bocanada y el recurrente pensamiento, sobre el tiempo, llegar puntual a todos lados, menos a lo importante, nuevamente llegue tarde, pero el humo del cigarro lega en el momento llega con el quinto cigarrillo y su tercera bocanada... Algún día seré el puente que une? o solo seré esa ilusión escondida en la luz, tiempo no tengo tiempo, no puedo esperar, no puedo darme el lujo de esperar, me consumo como consuma el 6to cigarro, es tarde, llegue tarde, lo sé y me repito trece veces como un conjuro, con ritmo y cadencia, tarde, tarde... pero que tendré que aprender ahora?
Ni la espada o el caballo
la bandera del castillo
son triunfo
si tus vestidos no están en mi habitación,
ni trofeo o reliquia
son laureles
si tus besos no son para mi,
ni reino o islas
los prados del mundo
son hogar si no me miras al despertar,
ni ejércitos o escudos
los que jamás se rompen
son seguridad si no estas a mi lado,
ni rey o dios
el creador de lo maravilloso
me sirven
si tu no comprendes
que no existe mejor reino que tu cuerpo,
espada que tus besos,
rey que tu mirada,
diosa que tu existencia.
Están encendiendo las antorchas
la luz comienza a enamorar a una noche triste
el calor del fuego sonriente
acumula nostalgia
engaña a la mascara
el hombre emerge de entre las sobras
y se envuelve en luz
pronto renacerá
un niño, un joven, el sabio y el puro
la vergüenza del ayer.