lunes, abril 17, 2017

No lo hagas ya, deja que al menos
pasen unas horas, espera a ver.
Y tápame, no quiero enfriarme por si acaso
puedo volver a respirar.
No se está bien aquí, el frío no es normal,
y esta luz tan tenue no me ayuda a despertar.
El mundo material ya no me servirá,
pero todas mis canciones sobrevivirán.
Qué van a hacer, nunca me he maquillado
y ese traje no me está bien.
Parece ser que el sueño será eterno,
no me esperes y acuéstate, hoy no volveré.
Quiero que sepas que lo hiciste todo bien,
de lo malo ni me acuerdo ni me acordaré.
Mi mundo material ya no me servirá,
pero todas las canciones sobrevivirán.
Yo no las podré oír, pero sé que tú sí,
a dos metros bajo tierra es mejor morir.
El mundo material aquí se acabará,
pero todas mis canciones te acompañarán.
Me salude en la distancia del ayer,
en el recuerdo de el papel y la poesía,
los años que se fueron y no recuperare,
estando frente el espejo observo un yo
mas viejo, igual de feo y un poco mas loco
pero sonriendo con las coincidencias de la vida,
las que ayer nos faltaron hoy nos regalan dones nocturnos.

Me hablaste como la musa melancólica
entregando aliento para los muertos,
recordándome un poco de la ilusión de años atrás
conmoviéndome las charlas viviendo el ayer que no paso
en un hoy sin futuro,
este extraño sentir se convierte en sonrisas y silencios
algunos pasamientos serán realidades sin hogar.
Me acorde, de los tiempos en los que existía un rey una princesa
donde existieron amores clandestinos
fuertes como para derrotar un imperio,
como para traicionar a la familia,
idílicos como el amor profesado a la Reina Ginebra por Lancelot,
o el insuperable amor de Tristan a la Reina Iseo,
tan prohibidos como faltarle a Dios.
Me pregunto esta noche al charlar contigo
¿será que tendré que esperar a la muerte
para que de nuestras tumbas separadas
un rosal y una vid se unan en la eternidad…?
Este cuerpo putrefacto
añora un abrazo,
es una necesidad que quema
duele mas que el fuego o las yagas en la piel
rompe mas el alma que cualquier martillo
en la fragua golpeando metal,
que idiota suplicio,
triste maldición,
idílico deseo de ser amado…

Ahora por compasión, un golpe en la cien,
algo que quiebre toda la esperanza
que se termine el humano,
que reine el mounstro
el que sabe no es digno del cariño
de este mundo.
Algunas veces grité tu nombre
fueron pocas
siempre me aseguré que no estuvieras cerca
hay gritos con destinatario que son para que existan solos
Me encantaría me escribieras a mí
para que no me sintiera tan triste o solo
pero la simetría bendita,
el orden del mundo es diferente…
también estoy maldito
maldito por la monstruosidad
soy un desgraciado,
el enojo inunda mi alma y la desesperación viola a mis sentidos,
quiero ser el príncipe de tu cuento,
para enseñarle a la princesa que es la más bella,
que amo sus libros y flor azul,
su estrella y canción,
su cielo y videojuego,
que no tiene igual,
y enseñarle al mundo ciego que la bruja
es un hada increíble sin malicia,
ella es lo que amo,
pero también estoy maldito como la luna cubierta por una nube oscura
estoy en la espiral maldito,
maldito porque no estoy allí cerca donde podamos
dibujar el mundo juntos.
Mi cuarto sufre una maldición y cuando lo tengo ordenado, se desordena solo... digno de una visita de Iker Jimenez y que saque conclusiones!
Entonces me dije: Intenta escribir algo
alegre,
algo reconfortante,
algo que pueda ayudar a una persona
que tiene cáncer o a la que ha atropellado un auto
Me puse a pensar
estuve pensando una tarde entera
y no se me ocurrió nada alegre
o estimulante
Esto es lo que les debió pasar a Panero
y a Cioran,
a Pizarnik y a Goystisolo
Por eso la gente no lee
Sólo leen los deprimidos,
para confirmar su depresión.
Diez veces llore al sentir el rumbo de la noche sobre mí,
ese pensamiento incierto de que ya no pertenecías a este mundo
trasfiguraba mi mente en paz convirtiéndola el caos que la biblia describe
como amante del suicidio,
la muerte pesa igual a todos
pero nos sabe de distinta forma,
diez veces llore en la mañana al descubrir que no te tenia mas en el mundo
incrustándome de recuerdos para no olvidar tu voz
tu olor y tus manos con las mías,
diez veces llore cuando tu ataúd alejaba tu cuerpo
de nosotros llevándolo allí donde jamás podríamos
encontrarte con el cuerpo,
dolía como nunca antes ha dolido
pero el miedo es más fuerte porque la vida nunca será lo mismo,
diez veces llore al recordarte…
y saber que es un precioso día
para sonreír y decir
ha vivido como él lo eligió,
es una fortuna que el mundo nos presentara
y seguiré llorando porque los efectos de conocerte
se quedan mientras te vamos alcanzando…