Y como guinda alucinógena máxima
Objeto Magico de una belleza fascinante
y terrible al mismo tiempo,
forjado en un campo de muertos,
distopia del Avalon secreto
no cabe en otra palabra,
todos los versos están muertos
es esto un secreto como un misterio
tan viejo que ya no viven los recuerdos,
aquí frente a mí un coro de Hadas
llevan la estrella sin mí a su morada de rosas frescas
túmulo abierto casa de bella gente
es la luz de el cielo en la tierra hecha persona
la maravilla se lleva el nombre
ahora se que existe en el mundo
y hechizado por la magia estoy atado
entre los dedos,
sin motivo he de fallar al juramento
hasta el día de ser digno de luz o morir en el intento.
sábado, mayo 27, 2017
No se puede amar lo que está roto
sólo existe consuelo
piedad
No se pueden contar las nubes del cielo
pero las marcas extrañas
quedan en la piel
sólo existe consuelo
piedad
No se pueden contar las nubes del cielo
pero las marcas extrañas
quedan en la piel
No se puede exigir el llanto ajeno
pero podemos tratar
No se puede apagar el fuego con fuego
sólo existe distancia
quietud
No se puede saber cuando acaban los duelos
pero podemos gritar
No se puede huir de la ausencia
aunque la falsa esperanza
se esté por renovar
No se puede expresarlo en pocas palabras
pero podemos tratar.
pero podemos tratar
No se puede apagar el fuego con fuego
sólo existe distancia
quietud
No se puede saber cuando acaban los duelos
pero podemos gritar
No se puede huir de la ausencia
aunque la falsa esperanza
se esté por renovar
No se puede expresarlo en pocas palabras
pero podemos tratar.
EL VIAJE DE LOS MAGOS
“Qué helada travesía,
Justo la peor época del año
Para un viaje, y un viaje tan largo:
Los caminos hondos y el aire ríspido,
Lo más recio del invierno”.
' Y los camellos llagados, sus patas adoloridas, refractarios,
Tendidos en la nieve que se derretía.
A veces añorábamos
Los palacios de verano en las cuestas, las terrazas,
Y las niñas sedosas que nos servían sorbetes.
Iban los camelleros blasfemando, mascullando,
Huyendo, y pidiendo licor y mujeres,
Y las fogatas se extinguían y no había refugios,
Y las ciudades hostiles y los pueblos agresivos
Y las aldeas sucias y caras:
Cuánto tuvimos que aguantar.
Al final preferimos viajar de noche,
Dormir a ratos,
Con las voces cantando en nuestros oídos, diciendo
Que todo esto era locura.
“Qué helada travesía,
Justo la peor época del año
Para un viaje, y un viaje tan largo:
Los caminos hondos y el aire ríspido,
Lo más recio del invierno”.
' Y los camellos llagados, sus patas adoloridas, refractarios,
Tendidos en la nieve que se derretía.
A veces añorábamos
Los palacios de verano en las cuestas, las terrazas,
Y las niñas sedosas que nos servían sorbetes.
Iban los camelleros blasfemando, mascullando,
Huyendo, y pidiendo licor y mujeres,
Y las fogatas se extinguían y no había refugios,
Y las ciudades hostiles y los pueblos agresivos
Y las aldeas sucias y caras:
Cuánto tuvimos que aguantar.
Al final preferimos viajar de noche,
Dormir a ratos,
Con las voces cantando en nuestros oídos, diciendo
Que todo esto era locura.
Entonces llegamos al amanecer a un valle templado,
Húmedo, lejos de las nieves perpetuas, y olía a vegetación;
Con un arroyo y un molino de agua que golpeaba la oscuridad,
Y en el horizonte tres árboles,
Y un viejo caballo blanco se fue galopando hacia la pradera.
Luego llegamos a una taberna con hojas de parra en el dintel,
Seis manos junto a una puerta abierta
Jugaban a los dados por un poco de plata,
Y alguien pateaba los odres vacíos de vino,
Pero no había información, y seguimos
Y llegamos al anochecer, y justo a tiempo
Encontramos el lugar; era (podríamos decir) satisfactorio.
Todo esto fue hace mucho tiempo, recuerdo,
Y yo lo volvería a hacer, pero que quede
Esto claro que quede
Esto: ¿nos llevaron tan lejos
Por un Nacimiento o por una Muerte? Hubo un Nacimiento,
Teníamos pruebas y ninguna duda. Yo había visto nacer y morir,
Pero pensaba que eran distintos: este Nacimiento
Nos sometió a una dura y amarga agonía,
Como la Muerte, nuestra muerte.
Regresamos a nuestros lugares, estos Reinos,
Pero ya no estamos en paz aquí, bajo la antigua ley.
Con un pueblo extraño aferrado a sus dioses.
Cuánto gusto me daría otra muerte.
T.S. Eliot
Húmedo, lejos de las nieves perpetuas, y olía a vegetación;
Con un arroyo y un molino de agua que golpeaba la oscuridad,
Y en el horizonte tres árboles,
Y un viejo caballo blanco se fue galopando hacia la pradera.
Luego llegamos a una taberna con hojas de parra en el dintel,
Seis manos junto a una puerta abierta
Jugaban a los dados por un poco de plata,
Y alguien pateaba los odres vacíos de vino,
Pero no había información, y seguimos
Y llegamos al anochecer, y justo a tiempo
Encontramos el lugar; era (podríamos decir) satisfactorio.
Todo esto fue hace mucho tiempo, recuerdo,
Y yo lo volvería a hacer, pero que quede
Esto claro que quede
Esto: ¿nos llevaron tan lejos
Por un Nacimiento o por una Muerte? Hubo un Nacimiento,
Teníamos pruebas y ninguna duda. Yo había visto nacer y morir,
Pero pensaba que eran distintos: este Nacimiento
Nos sometió a una dura y amarga agonía,
Como la Muerte, nuestra muerte.
Regresamos a nuestros lugares, estos Reinos,
Pero ya no estamos en paz aquí, bajo la antigua ley.
Con un pueblo extraño aferrado a sus dioses.
Cuánto gusto me daría otra muerte.
T.S. Eliot
Los
bajos astrales son entidades oscuras y negativas con el único objetivo
de dañar a los seres humanos. Pero en el bajo astral también residen
entidades demoníacas con la capacidad de poseer a sus víctimas,
llevarlas hasta el limites insospechados de locura, y en ocasiones
incluso pueden llegar a causar la muerte.
Alzad el cáliz por las Tres Hermanas
Pues en ellas la Triada se convierte en Unidad
Así como la Pirámide que es solo Uno y Cero
Alzad el cáliz por las Tres Coronas
Atadas en carne y sangre
Atadas en mente y espíritu
Aquellas cuyos ojos se llaman Nostalgia y Anhelo
Cuyos labios se llaman Ámbar y Ciprés
Y sus manos
Oh sus hermosas manos
Una se llama Vehemencia
La otra Misericordia
Damas de inexorable forma
Bebed del ponzoñoso riachuelo
Aquel que corre debajo del frondoso Árbol
Debajo o Detrás
Arriba y Delante
No importa el llanto del Loco
La mera canción que se escucha en el Sendero de la Corona
Una melodía de éxtasis y destino
Oh Destino
Sujeto y atado
Esclavo gentil y traidor
Erecta vuestra forma
Cual siervo de negra piel
Que en el atardecer se transforma en marfil y zafiro
Tal es la canción de las Tres Señoras
Réquiem de Medianoche
Una melodía de flores y raíces
Nacida de la inspiración de la Victima
Oh tú el Sacrificado
Aquel que escribe la funesta o alegre sonata
Guiad a las Hermanas en su Obra
Y besad sus manos con un beso bermejo
Dejaos ver los pálidos rostros
Aquellos en los cuales la senectud y la juventud son una
Pues Oh mis Señoras
Cuan hermosas son
Seductoras
De Vieja Estirpe
Inalcanzables y Severas
¿No dejaran que bese sus labios?
¡Oh No!
Labios intocables y ajenos
Tesoros de Satariel
Yo cruzare el Abismo
Aquel guardado por el Can impasible
Sí, sí
Allí las buscare
Más allá del Desierto
Entre las moscas y los recuerdos
Y los probare
Sí, los probare
Ámbar y Ciprés
Sonrisas que se apagan
Mientras una luz oscura emerge
Bajo la tonada Saturnina
Sí, bajo la tonada Saturnina
Pues en ellas la Triada se convierte en Unidad
Así como la Pirámide que es solo Uno y Cero
Alzad el cáliz por las Tres Coronas
Atadas en carne y sangre
Atadas en mente y espíritu
Aquellas cuyos ojos se llaman Nostalgia y Anhelo
Cuyos labios se llaman Ámbar y Ciprés
Y sus manos
Oh sus hermosas manos
Una se llama Vehemencia
La otra Misericordia
Damas de inexorable forma
Bebed del ponzoñoso riachuelo
Aquel que corre debajo del frondoso Árbol
Debajo o Detrás
Arriba y Delante
No importa el llanto del Loco
La mera canción que se escucha en el Sendero de la Corona
Una melodía de éxtasis y destino
Oh Destino
Sujeto y atado
Esclavo gentil y traidor
Erecta vuestra forma
Cual siervo de negra piel
Que en el atardecer se transforma en marfil y zafiro
Tal es la canción de las Tres Señoras
Réquiem de Medianoche
Una melodía de flores y raíces
Nacida de la inspiración de la Victima
Oh tú el Sacrificado
Aquel que escribe la funesta o alegre sonata
Guiad a las Hermanas en su Obra
Y besad sus manos con un beso bermejo
Dejaos ver los pálidos rostros
Aquellos en los cuales la senectud y la juventud son una
Pues Oh mis Señoras
Cuan hermosas son
Seductoras
De Vieja Estirpe
Inalcanzables y Severas
¿No dejaran que bese sus labios?
¡Oh No!
Labios intocables y ajenos
Tesoros de Satariel
Yo cruzare el Abismo
Aquel guardado por el Can impasible
Sí, sí
Allí las buscare
Más allá del Desierto
Entre las moscas y los recuerdos
Y los probare
Sí, los probare
Ámbar y Ciprés
Sonrisas que se apagan
Mientras una luz oscura emerge
Bajo la tonada Saturnina
Sí, bajo la tonada Saturnina
El cruce entre el tiempo y la eternidad se ve bien en mis ojos, mi
pasado y el tiempo. Mientras escribo, discuto quién es el súper héroe
con más fuerza. Mauricio defiende al increíble Capitan Marvel y Sabbhat
a Superman, pero cerca de Swamp Thing. No se ponen de acuerdo, hasta que
caen en que el más fuerte de todos es Superman. pero Oscar Atento grita
"Jesus". En esto están de acuerdo. Lo difícil es determinar quién ocupa
el cuarto lugar. Supongo
Los griegos de la edad clásica conocían varios poemas sobre la guerra
entre los dioses y muchos de los Titanes, la Titanomaquia (‘Guerra de
los Titanes’). El principal de ellos, y el único que ha sobrevivido, fue
la Teogonía atribuida a Hesíodo. Un poema épico perdido titulado
Titanomaquia y atribuido al bardo tracio ciego Tamiris, a su vez un
personaje legendario, era mencionado de pasada en el ensayo Sobre la
música que una vez fue atribuido a Plutarco. Los Titanes también jugaron
un papel prominente en los poemas atribuidos a Orfeo. Aunque sólo se
conservan fragmentos de los relatos órficos, revelan interesantes
diferencias con la tradición hesíodica.
Con la frase «Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me
salvo yo», aparecida en Meditaciones del Quijote, Ortega insiste en lo
que está en torno al hombre, todo lo que le rodea, no sólo lo inmediato,
sino lo remoto; no sólo lo físico, sino lo histórico, lo espiritual. El
hombre, según Ortega, es el problema de la vida, y entiende por vida
algo concreto, incomparable, único: «la vida es lo individual»; es
decir, yo en el mundo; y ese mundo no es propiamente una
cosa o una suma de ellas, sino un escenario, porque la vida es tragedia
o drama, algo que el hombre hace y le pasa con las cosas. Vivir es
tratar con el mundo, dirigirse a él, actuar en él, ocuparse de él. En
otros términos, la realidad circundante «forma la otra mitad de mi
persona». Y la reimpresión de lo circundante es el destino radical y
concreto de la persona humana.
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