martes, abril 04, 2017

Siempre, serás mi dulce noviembre, estés en el paraíso que estés, con los dioses y los ancestros que quieres, te seguiré buscando cuando se apague la luz de mis ojos, hasta que te encuentre sin que importe termine toda existencia en el universo
Mi pesimismo, como le llaman los demás, o lucidez, como le llamo yo, es una pesada carga que tampoco pedí llevar. Es difícil vivir así, y casi merezco una medalla por, a pesar de todo esto, seguir levantándome cada día, ir al trabajo y colaborar en algo que no deseo que siga así, sino aniquilarlo.

No tiene ningún sentido, estar donde, nadie necesita que estés, así como no tiene sentido estar donde nadie quiere que estés, estar es un verbo subjetivo disciplinado que no le corresponde a todos. Los que no estamos debemos asumir, eso, y ocultar nuestros rostros desgraciados, el mundo sigue su curso sin nosotros.