viernes, agosto 16, 2019
El revolucionario busca la utopía del futuro (que no será) y el
reaccionario, la utopía del pasado (que nunca fue)". Este aforismo de
Tomás Salas me ha regalado un argumento potente para defender mi
castigado conservadurismo, tan combatido de un lado, más masivo, y de
otro, más selecto. El conservadurismo busca defender lo que es
(todavía). Aunque sólo sea por la ontología, he caído ahora, es lo más
sólido.
El otro día en Twitter un buen amigo me calificó de reaccionario, y lo soy tan poco, al menos de talante, que no me atrevía a reaccionar y recordarle que soy conservador. Al final, me vino bien, porque, en el tuiteo cruzado, se me recomendó leer a Nelson Rodrigues, y ahí estoy ahora, encantado, con O reaccionário.
El otro día en Twitter un buen amigo me calificó de reaccionario, y lo soy tan poco, al menos de talante, que no me atrevía a reaccionar y recordarle que soy conservador. Al final, me vino bien, porque, en el tuiteo cruzado, se me recomendó leer a Nelson Rodrigues, y ahí estoy ahora, encantado, con O reaccionário.
Aunque los llamados fenómenos paranormales suelen ser considerados como
una subcategoría de los fenómenos sobrenaturales, para los adherentes a
dichas creencias, lo sobrenatural no sería sinónimo de lo paranormal.
Postulan que los llamados fenómenos paranormales no serían trascendentes
a la naturaleza, sino inmanentes a ella, excepto que se salen de la
norma (a causa de su rareza, o como anomalía); y aunque no hayan sido
explicado en términos concretos de la ciencia actual, si se les pudiese
aplicar un estudio más formal y pueden llegar a dar lugar a
teorizaciones dependientes de los criterios epistemológicos vigentes
(ex: condiciones en laboratorio; etc.) los llamados fenómenos
sobrenaturales forman parte o del mito, o del ocultismo y su teorización
pertenece al ámbito del esoterismo.
Cezanne
huía despavorido de sus homenajes. En cierta ocasión, unos amigos
quisieron hacerle un homenaje sorpresa. Cezanne les miró horrorizado y
echó a correr, literalmente, salió de la casa donde vivía y dejó un
cuadro inacabado. Huyó con lo puesto. ¿Sus amigos? Otros pintores.
Grandes pintores impresionistas, artistas con los que había compartido
varias exposiciones, personas que realmente lo apreciaban y lo
valoraban. Pero él los tachó de la lista, inmediatamente pensó que
le estaban tomando el pelo, que le gastaban una broma pesada. Les puso
una cruz y ya no quiso saber nada más de ellos. Les retiró la palabra.
También huyó de París. Volvió a su ciudad natal, a una pequeña ciudad de
provincias donde fue ignorado y después, cuando la fama de su éxito
llegó, fue atacado, fue rechazado, pues sus habitantes desconfiaban de
su éxito tanto como él mismo. Cezanne y sus vecinos de Aix en Provence
solo se ponían de acuerdo en una cosa: en la desconfianza.
Llegaste, como un eclipse,
iluminada con la esperanza
de un soñador indomable,
puedo dormir y deseo descansar
en el sueño que te cobija mejor que cualquier ropa
tengo hambre y puedo comer de la vida misma,
como si fueran tus labios el boca del caldero de la vida,
estos días sonrió como en la vida misma he sonreído,
casi como si estuviera pagando los años que jamás lo hice,
estoy despojado de mi tristeza y mi soledad,
los muertos dejaron de deambular en mi habitación,
ahora puedo escuchar el cantar de los grillos sin temor a escuchar mi nombre
su música es hermosa y me recuerda tiempos mejores,
no pueden arrebatarme el nombre
los fantasmas y dioses antiguos,
ni la muerte puede reclamar mis huesos
ya te entregue mis silencios,
el cuerpo y el nombre que me hacen ser,
tal vez este conjuro parezca antiguo
pero es la misma magia que usaron mis ancestros
para hablar del amor,
como lo es la puesta de sol en este mundo
las mareas hermosas,
de este jamás real detenido en la puerta,
que nos aísla de un mundo terrible
donde custodian mis palabras
a tus colores grabados en los muros
del castillo de mi memoria
síntomas de trastornos
las ventanas rotas
dejan pasar el frio de un encuentro escrito en el tiempo
noches a oscuras que nos regalan los días que vendrán
que ganas de ir a dormir
en tus piernas
comer de tus manos de artista,
escuchar como mi nombre suena hermoso
por primera vez en el universo cuando lo nombras…
iluminada con la esperanza
de un soñador indomable,
puedo dormir y deseo descansar
en el sueño que te cobija mejor que cualquier ropa
tengo hambre y puedo comer de la vida misma,
como si fueran tus labios el boca del caldero de la vida,
estos días sonrió como en la vida misma he sonreído,
casi como si estuviera pagando los años que jamás lo hice,
estoy despojado de mi tristeza y mi soledad,
los muertos dejaron de deambular en mi habitación,
ahora puedo escuchar el cantar de los grillos sin temor a escuchar mi nombre
su música es hermosa y me recuerda tiempos mejores,
no pueden arrebatarme el nombre
los fantasmas y dioses antiguos,
ni la muerte puede reclamar mis huesos
ya te entregue mis silencios,
el cuerpo y el nombre que me hacen ser,
tal vez este conjuro parezca antiguo
pero es la misma magia que usaron mis ancestros
para hablar del amor,
como lo es la puesta de sol en este mundo
las mareas hermosas,
de este jamás real detenido en la puerta,
que nos aísla de un mundo terrible
donde custodian mis palabras
a tus colores grabados en los muros
del castillo de mi memoria
síntomas de trastornos
las ventanas rotas
dejan pasar el frio de un encuentro escrito en el tiempo
noches a oscuras que nos regalan los días que vendrán
que ganas de ir a dormir
en tus piernas
comer de tus manos de artista,
escuchar como mi nombre suena hermoso
por primera vez en el universo cuando lo nombras…
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