miércoles, abril 04, 2018

Algunas personas afirman que la Biblia es un libro de cuentos de hadas porque menciona unicornios. Sin embargo, el unicornio bíblico era un animal real, no una criatura imaginaria. La Biblia se refiere al unicornio en el contexto de los animales conocidos, como pavos reales, corderos, leones, bueyes, cabras, burros, caballos, perros, águilas y terneros (Job 39:9-12).1 En Job 38-41, Dios le recordó a Job las características de una variedad de animales impresionantes que había creado, mostrándole a Job que Dios estaba muy por encima del hombre en poder y fuerza.2
Job tuvo que haber estado familiarizado con los animales en la lista de Dios para que la ilustración fuera eficaz. Dios señala en Job 39:9-12 que el unicornio “por ser grande su fuerza”, es inútil para el trabajo agrícola, negándose a servir al hombre o “a labrar (arar) el valle”, Esta ayuda visual le dio a Job un vistazo de la grandeza de Dios. Un animal imaginario de fantasía habría invalidado el propósito de ilustración de Dios.
Los lectores modernos tienen problemas con los unicornios de la Biblia porque nos olvidamos de que una característica de un solo cuerno no es rara en el menú de Dios para el diseño de los animales. (Considere el rinoceronte y el narval.) La Biblia describe unicornios saltando como becerros (Salmo 29:6), que viajan como bueyes, y sangran cuando mueren (Isaías 34:7). La presencia de un cuerno muy fuerte en esta criatura poderosa y de mentalidad independiente está destinada a hacer que los lectores piensen en la fuerza.
En la laguna de plata observas el futuro
con este don milenario,
eres la; esperanza de tus padres,
hijo de un presente,
no temas al olvido,
la muerte te recordará el día de tu defunción
y os dará un beso como si fuera verdadera madre
confía rey en tu vida
Mi pesimismo, como le llaman los demás, o lucidez, como le llamo yo, es una pesada carga que tampoco pedí llevar. Es difícil vivir así, y casi merezco una medalla por, a pesar de todo esto, seguir levantándome cada día, ir al trabajo y colaborar en algo que no deseo que siga así, sino aniquilarlo.
Como pequeños rosarios tatuados en las muñecas,
corre la sangre marcando misterios en la piel
ciento y veintisiete rezos
tres plegarias
sobre la ostias consagradas en el paño de mi sangre,
siempre volverán las aves que se marcharon en el invierno
tal vez en forma de suspiros
recordándonos
que la lucha termina con una lapida grabada con el nombre
que fuimos conocidos
preciosa esa memoria del mundo para olvidarse de la carne
dejando lo despojos en forma de huesos
sólo el amor permite creer en que la muerte conduce a un Más Allá
nadie está muerto del todo si otro continúa amándolo.
No tiene ningún sentido, estar donde, nadie necesita que estés, así como no tiene sentido estar donde nadie quiere que estés, estar es un verbo subjetivo disciplinado que no le corresponde a todos. Los que no estamos debemos asumir, eso, y ocultar nuestros rostros desgraciados, el mundo sigue su curso sin nosotros.
Creo que no pude romperme más…
todo se desvanecía al recordar los universos infinitos,
maravillosos momentos que horas antes disfrutamos
mientras rompíamos las ventanas
para hacer de la muerte un arte.
Estos son los amados huesos que crecieron alrededor de mi ausencia… Nunca supe lo que la muerte significaba pensé era perdida congelarse