miércoles, diciembre 27, 2017

Dime que a ti también te pasa lo que a mí, que te inundan los nervios cada que nos vemos, que sientes que tus manos conjugan perfectamente con las mías, dime que el estomago se te alborota y que en tu corazón rebosa el sentimiento de estar lado a lado, que quieres bailar conmigo la canción que te recuerda a mí, que me piensas día y noche, que te faltan horas para estar conmigo.
Dime que hasta sueñas conmigo cuando no duermes, que retumba tu alma cuando pronuncio un te amo al oído, que miras mis ojos y quieres una vida conmigo, que puedes ver hasta mi alma a través de ellos. Recuérdame que esto no es una fantasía, y dime como te desordeno hasta el pensar, que no te recuerdas antes de que llegara a tu vida, que ahora no te puedes imaginar sin mí.
Dímelo y después convénceme de que no te irás, que quieres quedarte eternamente, o que te quedas en esta vida, que me elegirías una y cada vez que pudieras, que te quedas esta noche, esta lluvia, o cada que salga el sol, pero quédate.
Antiguamente se marcaba a los condenados´a los pecadores alas berraciones
Ojala nunca amaneciera y se quedara la noche postrada
al borde de nuestras camas
vigilando como peto de Vespere
impidiéndonos regresar a la vida
estallándome el corazón con su mirada de mármol celeste,
en mi desesperación
tronar los días como huesos de infante abortado
romper el llanto cual cachorro atacado por el maltrato del mundo infernal
que Destino tenga miedo,
es tiempo de liberar los secretos de mi ciudad